[El acta de la reunión del 20 de octubre (2 de noviembre) de 1917 del Comité Central (Unidad arch. 35) consta de notas manuscritas originales escritas por una sola cara en dos hojas arrancadas de un cuaderno de formato grande. El acta comporta una modificación de redacción, anotada con tinta por I. M. Sverdlov. Un segundo texto del acta se encuentra en el cuaderno de actas del Secretariado del Comité Central del POSDR (b) (un. Arch. 59.) El texto del acta ha sido tomado de las notas manuscritas, cotejadas con el acta del cuaderno del Secretariado del Comité Central.] |
Presentes: Trotski, Stalin, Sokolnikov, Dzerzhinski, Uritski, Ioffe, Sverdlov, Miliutin, luego la camarada Kollontay.
Orden del día:
1. Declaración del camarada Lenin.
2. Declaración del Buro Militar
3. Declaración de Trotski.
4. Comisión de seguridad
5. Declaración a propósito del artículo del camarada Lenin.
1. Declaración del camarada Lenin.
El camarada Sverdlov da lectura a la carta (ver anexos.) del camarada Lenin, dirigida, dirigida al Comite Central. (Véase anexo 2 de esta acta. Además de esta carta al Comité Central, el 18 (31) de octubre, Lenin escribió igualmente una "Carta a los miembros del Partido Bolchevique" (ver anexo 1). En estos dos textos el denunciaba la posición de Kamenev y Zinoviev, quienes se habían pronunciado en el diario semi menchevique Novaya Zhisn, contra una decisión secreta del Partido.)
El camarada Dzerzhinski, propone exigir a Kamenev que se abstenga de toda actividad política, dado que, de todos modos, Zinoviev ya se ha retirado y no toma parte de la actividad del Partido.
El camarada Stalin estima que es el Pleno el que debería decidir en lo concerniente a la proposición del camarada Lenin y propone que por el momento no se tome decisión alguna.
El camarada Miliutin se adhiere al punto de vista del camarada Stalin, pero demuestra que en el fondo no ha pasado nada en particular.
El camarada Uritski hace su informe sobre la moral en el interior: demuestra que en Moscú la mayoría de los delegados se han pronunciado en contra del levantamiento armado; en lo concerniente el problema de K (amenev) y de Z (inoviev), pide igualmente que se someta al Pleno.
El camarada Sverdlov demuestra que una enorme diferencia separa la actitud de Kamenev de la de Ilich; estima que nada puede justificar la actitud del primero; sin embargo, el Comité Central no tiene derecho a separarlo del Partido; estima que el problema debe hallar solución sobre el terreno, la autoridad de la presente reunión no deja lugar a dudas y esta ultima debe responder al mismo tiempo a la declaración de Lenin y a la de Kamenev acerca de su salida del Comité Central. La dimisión de Kamenev debe ser aceptada.
El camarada Trotski explica que, en lo concerniente a la declaración que él hizo ante el Soviet, (En su intervención en la reunión del soviet de Petrogrado, el 18 (31) de octubre, Trotski declaro a propósito de la insurrección que esta aun no se había fijado, pero que "al primer intento de la contrarrevolución de prohibir el congreso, responderemos con una contraofensiva implacable que llevaremos hasta al fin". Kamenev, que había intervenido en dicha reunión, se adhirió a esta declaración. Los diarios la publicaron al día siguiente. )fue el camarada Kamenev quien lo obligo a ello; estima que la situación actual es absolutamente insoportable y que las dos cartas publicadas en el Órgano Central (de Zinoviev y de Lunacharski, así como la nota del comité de redacción) Ver anexo aparecidas…; Dos palabras difícilmente legibles, posiblemente: aparecidas hoy. estima que la dimisión de Kamenev debe ser aceptada.
El camarada Ioffe propone que se declare que Zinoviev y Kamenev ya no forman parte del Comité Central y que se tome una resolución según la cual ningún miembro del Partido pueda ponerse en contra de las decisiones de este; si no, el Partido se convertirá en un pandemonio.
El camarada Stalin cree que K (amenev) y Z (inoviev) se someterán a las decisiones del Partido; explica que toda nuestra situación es sumamente contradictoria; estima que la separación del Partido no es una recta y que hay que conservar intacta la unidad del Partido; propone obligar a esos dos camaradas a someterse manteniéndolos en el Comité Central.
El camarada Sokolnikov declara que no ha tomado parte de la declaración del comité de redacción concerniente a las cartas de Zinoviev, etc.; estima que esa declaración ha sido un error.
El camarada Trotski pide que se tome nota en el acta de su declaración donde explica las circunstancias de su intervención en el Soviet, a saber: decir que él se vio obligado hacer uso de la palabra a raíz de la intervención de Kamenev, quien expreso su propósito de hacer pública su declaración.
Se decide: adoptar de inmediato un acuerdo a propósito de K (amenev) y de Z (inoviev).
Aceptar la dimisión de Kamenev. A favor - 5; en contra - 3.
Dejar la decisión al Pleno: rechazado.
Se exige a K (amenev) y a Z (inoviev) que se abstengan de toda declaración dirigida contra las decisiones del Comité Central y contra la línea de trabajo que este indique. A favor - 6.
La proposición del camarada Miliutin, según la cual ningún miembro del Comité Central tiene derecho a ponerse en contra de las decisiones de este, se aprueba por unanimidad.
El camarada Stalin declara que abandona el Comité de redacción.
Se decide: dado que la declaración del camarada Stalin en número de hoy aparece bajo el nombre del comité de redacción y que la misma debe ser discutida en el seno del comité de redacción, se decide pasar a las cuestiones siguiente, sin discutir la declaración del camarada Stalin y sin aceptar su dimisión.
2. Declaración del Buro Militar. (no se encontró la declaración.)
Leída por el camarada Sverdlov.
El camarada Ioffe propone que se tome una resolución y se rechace la proposición del Buro Militar, dado que todos los que quieren trabajar pueden ingresar en el Centro Revolucionario adscrito al Soviet.
El camarada Trotski propone una enmienda: todas nuestras organizaciones pueden entrar en el Centro Revolucionario y discutir allí, en el seno de nuestra fracción, todas las cuestiones que les interesan.
(Aprobada con la enmienda).
(El punto 3. Declaración de Trotsky, no aparece en la edición francesa.)
4. Sobre el Congreso de los Soviets.
Diferirlo hasta la próxima reunión (mañana).
5. Sobre la Comisión de Seguridad (adscrita a la Duma Municipal)
El camarada Uritski hace su informe sobre el estado de las labores de esta comisión (el proyecto de organizar una guardia voluntaria). Pregunta si se puede permanecer en esta comisión.
El camarada Trotski propone que se informe a la comisión que es necesario que la misma se mantenga en contacto permanente con el Comité Militar Revolucionario adscrito al Soviet. Si la misma rehúsa, debemos abandonarla.
El camarada Sverdlov propone que no se abandone la comisión y que se apoye el proyecto de un servicio general obligatorio en la milicia. La proposición es aprobada.
6. La camarada Kollontay rinde su informe sobre la situación en Finlandia; puede ser que los socialdemócratas abandonen la Dieta (En el manuscrito original, puede leerse: La eventualidad de que los SD abandonen la Dieta.); esto haría mucho mas critica la situación; los socialdemócratas fineses piensan que el momento de hacer la escisión con Rusia no ha llegado aun, dado que en nuestro país está teniendo lugar la lucha por el poder.
Se decide diferiría así mismo esta cuestión hasta mañana.
Camaradas: Aun no he podido recibir los periódicos de Petrogrado del miércoles 18 de octubre. Cuando me comunicaron por teléfono el texto completo de la declaración de Kamenev y Zinoviev, publicado en Novaya Zhizn (Ver anexo 4) , periódico ajeno al Partido, me resistí a creerlo. Pero se ha demostrado que no hay lugar a dudas, y no tengo más remedio que aprovechar la ocasión que se me ofrece para hacer llegar esta carta a los camaradas del partido el jueves por la noche o el viernes por la mañana, pues guardar silencio ante un acto tan inaudito de esquirolaje seria un crimen.
Cuanto más grave es el problema práctico y más responsables y "prominentes" los hombres que cometen esquirolaje, más peligroso es este, mas resueltamente hay que expulsar a los esquiroles, mas imperdonable seria cualquier vacilación, aunque inspirada por los antiguos "meritos" de los esquiroles.
¡Increíble! Los militantes saben que el Partido viene discutiendo el problema de la insurrección desde el mes de setiembre. Nadie ha oído hablar de ninguna carta ni de ningún volante escrito por alguna de las personas en cuestión. Y hoy, casi en vísperas del Congreso de los Soviets, dos destacados bolcheviques se alzan contra la mayoría y, evidentemente, contra el CC. Pero no lo dicen abiertamente, con lo cual el daño inferido a la causa es todavía mayor, pues hablar con insinuaciones es todavía más peligroso.
Del texto de la declaración de Kamenev y Zinoviev se deduce clarísimamente que estos se alzan contra el CC, pues de otro modo su declaración carecería de sentido. Pero no dicen contra que resolución luchan.
¿Por qué?
Esta claro: porque el CC no ha publicado esa resolución.
¿Pero qué es esto?
En vísperas del día critico, 20 de octubre, dos "destacados bolcheviques", ante un problema candente, vital, ¡atacan una resolución no publicada de la dirección central del Partido, y lo hacen en un órgano de prensa que es ajeno al Partido; más aun, precisamente en un periódico que ante la cuestión de que se trata marcha del brazo de la burguesía contra el Partido obrero!
¡Pero si esto es mil veces más vil y millones de veces más funesto que, por ejemplo, todas aquellas manifestaciones de Plejanov en la prensa ajena al Partido, durante los años 1906 y 1907, manifestaciones que el Partido ha condenado con tanta dureza! Pues, al fin y al cabo, entonces solo se trataba de elecciones, ¡y hoy se trata de la insurrección por la conquista del poder!
Dado el asunto de que se trata y después de la resolución adoptada por los organismos centrales, ¿cabe conducta mas traidora, esquirolaje mayor que atacar ante los Rodzianko y los Kerenski, en un periódico ajeno al Partido, esta resolución no publicada?
Seria para mí un acto vergonzoso si, por causa de las estrecha relaciones que en otro tiempo me unieron a estos ex camaradas, yo vacilase en condenarlos. Declaro abiertamente que he dejado de considerarlos a los dos como camaradas y que luchare con todas mis fuerzas, tanto en el CC como en el congreso, por conseguir su expulsión del Partido.
Pues un partido obrero, al cual la vida lo coloca cada vez con más frecuencia ante el trance de la insurrección, no podrá cumplir esa difícil tarea si las resoluciones secretas de su dirección central son combatidas, después de aprobadas, en la prensa ajena al Partido y si las vacilaciones y la confusión son llevadas a las filas de los combatientes.
Los señores Zinoviev y Kamenev pueden irse a fundar un partido propio con la decena de individuos que han perdido la cabeza o con los candidatos a la Asamblea Constituyente. Los obreros no irán a ese partido, pues su primera consigna ha de ser:
"A los miembros del CC, que en una sesión del CC hayan sido derrotados en el problema de la lucha decisiva, les está permitido recurrir a la prensa ajena al Partido para atacar sus resoluciones secretas."
¡Que formen, si quieren, ese partido! Nuestro Partido obrero bolchevique solo saldrá ganando con ello.
Cuando se publiquen todos los documentos, resaltara todavía con más claridad el esquirolaje cometido por Zinoviev y Kamenev. Por el momento, que los obreros se planteen esta pregunta:
Supongamos que la dirección de los sindicatos de toda Rusia, después de todo un mes de deliberaciones, hubiese resuelto, por una mayoría de más de un 80% la necesidad de preparar una huelga, pero sin publicar, por el momento, ni la fecha ni otras circunstancias. Supongamos que dos miembros alegando falsamente que tienen una "opinión personal", se ponen a escribir no solo a los grupos locales, pidiendo la revisión de la resolución después de votada, sino que admitiesen, además, la publicación de sus cartas en la prensa ajena al Partido, a pesar de que dicha resolución no ha sido hecha pública aun, y que se dedicasen a denigrar la huelga ante los ojos de los capitalistas.
¿Vacilaran los obreros de expulsar de sus filas a tales esquiroles?
Por lo que se refiere al problema de la insurrección, ahora, cuando esta tan cerca el 20 de octubre, no puedo juzgar, desde lejos, hasta que punto habrá comprometido a la causa este acto de esquirolaje en la prensa ajena al Partido. El daño practico causado es muy grande, sin duda. Y para repararlo, lo primero es restaurar la unidad del frente bolchevique, expulsando a los esquiroles.
La debilidad de los argumentos ideológicos que se aducen contra la insurrección se nos revela con tanta mayor claridad cuanto más a la luz del día los sacamos. Hace unos días envié a Rabochi Put ( Después de las dos sesiones del Comité Central se pronunciaron contra la resolución leninista respecto a la insurrección armada, en respuesta a su declaración "Sobre la situación actual" enviada a las principales organizaciones del Partido, Lenin publico en el Rabochi Put, órgano del Partido, una "Carta a los camaradas", en la que refuto punto por punto las posiciones de los dos adversarios de la insurrección.) un artículo acerca de esto, y si la redacción del periódico no cree posible publicarlo, seguramente los miembros del Partido lo podrán leer en el manuscrito.
Estos argumentos "ideológicos" - con perdón sea dicho - pueden reducirse a dos. Primero: "espera" a la Asamblea Constituyente. Esperemos; tal vez logremos ir tirando hasta ese momento. A esto se reduce todo el argumento. Quizá podamos ir tirando, a pesar del hambre, a pesar de la desorganización, a pesar de los manejos de Rodzianko para entregar Petrogrado a los alemanes, a pesar de los lockout.
"Quizá" y "tal vez"; a esto se reduce toda fuerza del argumento.
Segundo: un pesimismo histérico. Lo de la burguesía y lo de Kerenski es todo magnifico; lo nuestro todo malo. Los capitalistas lo tienen todo preparado de un modo maravilloso; los obreros lo tienen todo mal preparado. Los "pesimistas", en lo que concierne al aspecto militar del asunto, gritan a voz en cuello; en cambio, los "optimistas" callan, pues solo los esquiroles gustan de descubrir ciertas cosas a Rodzianko y Kerenski.
Tiempos duros. Problema difícil. Grave traición.
¡Y, a pesar de todo, el problema se resolverá; los obreros cerraran sus filas; la insurrección campesina y la impaciencia extrema de los soldados en el frente harán lo suyo! ¡apretemos nuestras filas; el proletariado tiene que vencer!
Escrito el 18 (31) de octubre de 1917.
V. I. Lenin, ob cit. t. XXVI, pags. 202-205.
¡Queridos camaradas!
Un partido que se respeta no puede tolerar en su seno ni los esquiroles ni su actividad. Esto es evidente. Y cuanto más se reflexiona sobre la actitud de Zinoviev y de Kamenev en la prensa no partidaria, tanto más indiscutible se hace reconocer que su actitud presenta todos los caracteres del esquirolaje. Subterfugio de Kamenev en la sesión del Soviet de Petrogrado es algo simplemente vil: el esta, para que lo sepan, completamente de acuerdo con Trotski. ¡Pero no es difícil comprender que Trotski no podía, no tenía derecho, no debía decir ante el enemigo que de lo que dijo! No es difícil comprender que el deber del Partido, que ha ocultado del enemigo su decisión (sobre la necesidad de una insurrección armada, sobre su completa madurez, sobre la preparación multilateral, etc.), que esta decisión obliga en las intervenciones públicas, a descargar no solo la culpa, sino también la iniciativa sobre el adversario. Solo los niños serian incapaces de comprender esto. El subterfugio de Zinoviev. Por lo menos su carta de "justificación" (dirigida, me parece, al órgano central del Partido), (La carta de Zinoviev, a la cual se refiere Lenin, no se publico en ningún diario. Su texto no ha sido hallado.) única cosa que yo he visto (por que la opinión personal, una opinión pretendidamente personal, alrededor de la cual la prensa burguesa hace tanta bulla, yo, miembro del CC hasta el momento no lo he visto). De los "argumentos" de Zinoviev: Lenin ha enviado sus cartas a diferentes camaradas "antes de haberse adoptado cualquier decisión", y ustedes no protestaban. Así literalmente escribe Zinoviev, subrayando con cuatro rayas la palabra antes-. ¿Acaso es difícil comprender que antes de que el organismo central adopte una resolución sobre la huelga, es posible hacer propaganda en pro y en contra, en cambio después de decidirse está a favor de la huelga (además de la resolución complementaria de ocultarlo del enemigo), hacer propaganda en contra de ella es un acto de esquirolaje? Cualquier obrero comprenderá esto. El problema de la insurrección armada ha sido discutido en el Comité Central desde setiembre. Ahí Zinoviev y Kamenev pudieron y debieron intervenir por escrito, para que todos conocieran sus argumentos, para que todos conocieran sus argumentos, para que todos apreciaran su completa confusión. Ocultar su punto de vista al partido durante un mes entero antes de la resolución y enviar una opinión reservada después de la resolución, significaría actuar como esquiroles.
Zinoviev finge no entender esta diferencia, no entender que después de la resolución sobre la huelga, una resolución emanada del organismo central, solo los esquiroles pueden hacer propaganda contra la decisión ante los organismos inferiores. Cualquier obrero comprenderá esto.
Y Zinoviev hacia precisamente propaganda y frustraba las decisiones del Comité Central, tanto en la reunión del domingo, donde él y Kamenev no obtuvieron ni un solo voto, como en su carta actual. Por que Zinoviev tiene el descaro de afirmar que "el partido no ha sido consultado" y que problemas como estos "no pueden ser resueltos por diez personas". Reflexionad. Todos los miembros del CC saben que en la reunión decisiva estaban presente la mayoría del pleno, que el propio Kamenev declaro en esta sesión: "esta sesión es decisiva", que sobre los miembros ausentes del CC se sabía a ciencia ciertas que la mayoría de estos no está de acuerdo con Zinoviev Y Kamenev. Y he aquí que después de la decisión del CC en la sesión que hasta Kamenev reconoció como decisiva, un miembro del CC tiene el descaro de escribir: "El Partido no ha sido consultado". "Semejantes cuestiones no pueden ser resueltas por diez"; es el cuadro completo de un esquirolaje. Antes del congreso del Partido decide el CC. El CC tomo la decisión. Kamenev y Zinoviev que no habían intervenido antes de la decisión, comenzaron a discutir la decisión del CC después de haber sido adoptada.
Esto tiene todas las características de un acto de esquirolaje. Después de la adopción de una decisión, ninguna discusión es admisible, ya que se trata de la preparación inmediata y secreta de una huelga. Zinoviev tiene el descaro de acusarnos ahora a nosotros de "prevenir al enemigo". ¿Dónde está el límite de la desvergüenza? ¿Quién, en realidad, ha perjudicado nuestra acción, quien frustro la huelga al "prevenir al enemigo", si no las personas que intervinieron en la prensa no partidaria ?
¡intervenir contra la resolución "decisiva" del Partido en un periódico que sobre dicha cuestión está de acuerdo con la burguesía!
Si se tolera esto, el Partido no puede existir; el Partido está vencido.
Esto tiene todas las características de un acto de esquirolaje. Después de la adopción de una decisión, ninguna discusión es admisible, ya que se trata de la preparación inmediata y secreta de una huelga. Zinoviev tiene el descaro de acusarnos ahora a nosotros de "prevenir al enemigo". ¿Dónde está el límite de la desvergüenza? ¿Quién, en realidad, ha perjudicado nuestra acción, quien frustro la huelga al "prevenir al enemigo" si no las personas que intervinieron en la prensa no partidaria?
¡Intervenir contra la resolución "decisiva" del Partido en un periódico que sobre dicha cuestión está de acuerdo con la burguesía!
Si se tolera esto, el Partido no puede existir; el Partido está vencido.
Llamar "opinión personal" a lo que conoce y publica Bazarov en un periódico no partidario, significa burlarse del Partido.
La intervención de Kamenev y Zinoviev en la prensa no partidaria ha sido particularmente infame, además, porque su mentira calumniosa no puede ser desmentida abiertamente por el Partido: ignora las resoluciones tomadas sobre la fecha, escribe y publica Kamenev en su nombre y en el de Zinoviev (Zinoviev es plenamente responsable de la conducta y la intervención de Kamenev después de semejante declaración).
¿Cómo puede el CC refutar esto?
Nosotros no podemos decir la verdad ante los capitalistas, porque precisamente hemos decidido la huelga y hemos resuelto ocultar la elección del momento para ello.
Nosotros no podemos refutar la mentira calumniosa de Zinoviev y Kamenev, sin perjudicar aun mas nuestra causa. En esto precisamente consiste la inmensa infamia, la verdadera traición de ambos sujetos: ellos han revelado a los capitalistas el plan de los huelguistas. Pues ya que nuestra prensa calla, cualquiera se dará cuenta de como está la cosa.
Kamenev y Zinoviev revelaron a Rodzianko y Kerenski la decisión del CC de su Partido sobre la insurrección armada, sobre la necesidad de ocultar al enemigo la preparación de la insurrección armada, y la elección del momento oportuno para realizarla. Esto es un hecho. No se puede refutar este hecho con ninguna clase de subterfugios. Dos miembros del CC con una mentira calumniosa han delatado ante los capitalistas la decisión de los obreros. Ante eso solo cabe una respuesta: una inmediata decisión del CC.
"Considerando que la intervención de Zinoviev y Kamenev en la prensa no partidaria presenta todas las características del esquirolaje, el CC expulsa a ambos del Partido."
No me resulta fácil escribir esto sobre viejos compañeros íntimos, pero consideraría aquí las vacilaciones como un crimen, puesto que de de otro modo un partido revolucionario, que no castiga a los esquiroles notorios, esto perdido.
La cuestión de la insurrección armada, si bien ha sido postergada por mucho tiempo por cuanto los rompehuelgas revelaron el asunto a Rodzianko y Kerenski, no ha sido anulada, no ha sido anulada por el Partido. ¿Cómo es posible prepararse para una insurrección armada y prepararla, tolerando entre nosotros a esquiroles "notorios"? Cuanto más notorios tanto más peligrosos, tanto más indigno es "perdonar". On nŽest trahi que par les siens, En francés en el texto. dicen los franceses. Pueden ser traidor solamente uno de los nuestros.
Cuanto "mas notorios" son los esquiroles tanto más necesario es castigarlos de inmediato con la expulsión.
Solamente así es posible sanear el Partido obrero, limpiarlo de una decena de intelectualoides sin carácter, cerrar las filas revolucionarias, marchar al encuentro de las grandes e inmensas dificultades, marchar con los obreros revolucionarios.
Nosotros no podemos publicar la verdad: no podemos decir que después de la sesión decisiva del CC Zinoviev y Kamenev tuvieron el descaro de exigir la revisión en la sesión del domingo, que Kamenev gritaba desvergonzadamente: "El CC ha fracasado porque en el transcurso de la semana no hizo nada" (yo no podía refutar, porque no se podía decir precisamente que se había hecho, con aire de inocencia, proponía la resolución con los bolcheviques que deben llegar el 20 para el congreso de los soviets".
Reflexionad: después de la decisión del Central sobre la huelga proponer a la reunión de los organismos inferiores postergarla y remitir (para el congreso del 20, y que luego fue postergado… Los Zinoviev creen a los Líber-Dan), remitirla a un organismo no reconocido por los estatutos del Partido, que no tiene poder sobre el CC, que no conoce Petragado.
Y después de esto Zinoviev tiene todavía el descaro de escribir; "así difícilmente será fortalecida la unidad de Partido".
Como llamar a eso de otro modo que una amenaza de escisión.
A esa amenaza, yo respondo que iré hasta el final, conseguiré la libertad ante los obrero y, cueste lo que cueste, marcare al esquirol Zinoviev como esquirol. A la amenaza de escisión, respondo por una declaración de guerra sin cuartel, hasta la expulsión de ambas esquiroles del Partido.
Después de debate que dudaron meses, la dirección del sindicato decidió que la huelga es inevitable y que está madura ocultaremos la fecha a los patronos. Después de esto, dos miembros de la dirección se dirigen a los organismos inferiores a discutir esta decisión y fracasan. Entonces, esos dos individuos van a la prensa y revelan a los capitalistas con una mentira calumniosa la decisión de la dirección, saboteando en buena parte la huelga o demorándola para un momento menos favorable y poniendo en guardia al enemigo.
He aquí el cuadro completo del esquirolaje. Y he aquí por yo exijo la expulsión de ambos esquiroles, reservándome el derecho (en vista de su amenaza de escisión) de publicar todo, cuando se pueda publicar.
Escrito el 19 de octubre (1 ro de noviembre) de 1917.
V. I. Lenin, ob. Cit., t. XXVI, pags. 209-213, ed. Cit.
En su "Carta a los camaradas", aparecida en el numero de ayer del Rabochi Put, el camarada Lenin polemiza con "dos camaradas"; yo soy uno de ellos.
En vista de ciertas circunstancias, estoy obligado a renunciar por el momento a responder en detalle a esta polémica. Diré, sin embargo, que mis verdaderos principios sobre la cuestión litigiosa están muy lejos de ser lo que el camarada Lenin rebate. Uniéndome a la declaración del camarada Trotski, pronunciada ayer en el Soviet de diputados obreros y soldados de Petrogrado, creo que somos capaces de cerrar nuestros files y de aplazar nuestra discusión hasta que las circunstancias sean más favorables.
G. Zinoviev.
Nota de la redacción. En cuanto a nosotros, esperemos que después de esta declaración del camarada Zinoviev (así como después de la declaración del camarada Kamenev, pronunciada en el Soviet) la cuestión puede considerarse arreglada. El tono cortante del articulo del camarada Lenin en cada altera el hecho de que sigamos siendo en el fondo camaradas políticos.
Los dos últimos números del Birzheviye Viedomosti difunden con insistencia un rumor según el cual he sido interrogado por representantes oficiales de la milicia sobre una supuesta insurrección que se está preparando. El periódico cita la respuesta que se supone yo haya dado, acompañada de todo género de comentarios rencorosos por parte del comité de redacción.
Declaro que todas esas noticias son habladidurias de la A a la Z. si alguien me hubiera hecho alguna vez semejante pregunta, le habría contestado, palabra por palabra, lo que el camarada Trotski había declarado el 18 de octubre en la reunión del Soviet de diputados obreros y soldados de Petrogrado.
A. Lunacharski.
Rabochi Put No. 41, del 2 de noviembre (20 de octubre) de 1917.
En el artículo de V. Bazarov se hace alusión a una octavilla contra la insurrección escrita por dos conocidos bolcheviques.
A propósito de ello, el camarada Kamenev declara: Dado que el problema de la insurrección es objeto de importantes discusiones, el camarada Zinoviev y yo hemos dirigido una carta a las más importantes organizaciones de nuestro Partido de tomar la iniciativa, dentro del más breve plazo, de una insurrección armada.
Debo decir que no conozco ninguna decisión de nuestro Partido que fije determinado plazo para insurrección alguna.
El Partido jamás tomo semejante decisión. Todo el mundo comprende que, en la actual situación de la revolución, no se podría hablar de nada parecido, ni siquiera de lejos, a una "manifestación armada". No podría tratarse más que de la toma del poder con las armas, y los que son responsables ante el proletariado no pueden dejar de comprender que no se puede correr el riesgo de un "levantamiento" masivo sino después de haber definido claramente y de manera definitiva la tarea de la insurrección armada. El camarada Zinoviev y yo no somos los únicos que estimamos que tomar la iniciativa de una insurrección armada en la actualidad, en el estado actual de la relación de fuerzas sociales, sin consultar al Congreso de los Soviets y unos días antes de su convocatoria, sería un paso inadmisible y fatal para el proletariado y para la revolución.
Ningún partido, y el nuestro menos que cualquier otro, nuestro Partido, en el que se concentran cada vez más las esperanzas y la confianza de las masas, puede dejar de aspirar al poder, a realizar su programa con los medio del poder estatal. Ningún partido revolucionario, y el nuestro, que es el del proletariado, el de los pobres de la ciudad y del campo, menos que cualquier otro, puede ni tiene derecho a renunciar a la insurrección. La insurrección contra el poder que está matando al país es derecho innegable de las masas trabajadoras y, en ciertos momentos, deber sagrado de los partidos que gozan de la confianza de las masas. Pero la insurrección, según la expresión de Marx, es un arte. Y es por eso que suponemos sea nuestro deber el pronunciarnos ahora y en las actuales circunstancias contra todo intento de tomar la iniciativa de una insurrección armada estaría condenada a la derrota y que comportaría las mas mortíferas consecuencias para el Partido, para el proletariado y para el destino de la revolución. Jugarse todo eso a la carta de la insurrección en los días más próximos significaría cometer un acto de desesperación. Mas nuestro Partido es demasiado fuerte, tiene ante sí un porvenir demasiado vasto, para abandonarse a semejantes actos de desesperación.