Históricamente, los movimientos sociales que han logrado cambios sustantivos política, económica, social y culturalmente en México, han sido por lo general violentos y, haciendo un análisis retrospectivo de la historia, fueron logrados por insignes luchadores como Morelos, Hidalgo, Flores Magón, Zapata, Villa, Rubén Jaramillo, Arturo Gámiz, Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, la Liga Comunista 23 de Septiembre, la Unión del Pueblo, etc.
a) Morelos
En condiciones de guerra anticolonial, empezó su trabajo guerrillero en Carácuaro, con 25 hombres armados de escopetas y palos. Pronto, muy pronto, tenía bajo su mando a 700 hombres, y para cuando se libró la batalla del cerro del Veladero su contingente era ya de tres mil soldados. Al unir sus fuerzas con las de otros jefes insurgentes, formó un inmenso ejército que puso en jaque a los realistas. Sintió además la necesidad de comunicarse ideológicamente con todo el pueblo oprimido y redactó un documento pragmático: sentimientos de la nación mexicana, ligando así su combate con objetivos tales como el de la abolición de la esclavitud, restitución de tierras a los campesinos despojados, “reparto de las propiedades de los ricos y poderosos, sin excluir la acumulada por el clero”.
b) Ricardo Flores Magón
Posteriormente surgirían luchadores sociales como Ricardo Flores Magón, cuyas ideas de liberación e igualdad social difundiría desde 1900 en el periódico Regeneración y buscaría llevar a la práctica a través de huelgas como las de Cananea y Río Blanco, y finalmente mediante la lucha armada. A pesar de su persecución y posterior asesinato el 21 de noviembre de 1922 en la penitenciaría federal de Fort Leavenworth, Kansas, E.U., sus ideas se encuentran plasmadas en el artículo 123 Constitucional (la Ley Federal del Trabajo).
c) Emiliano Zapata
Continuando con el análisis de la lucha, sobresale el nombre de Emiliano Zapata (1879-1919), quien el 25 de noviembre de 1911 lanzó el Plan de Ayala, en que proclamó la lucha armada como único medio de obtener justicia, y en marzo de 1917 expidió la Ley Administrativa General para el Estado, donde hace una propuesta de ley sobre los derechos de la mujer, lo que da una idea de los alcances de sus ideales revolucionarios. Emiliano Zapata es uno de los luchadores más excelsos que dio el movimiento revolucionario y que mayor compromiso tuvo con su pueblo. Pero este gran luchador representa mucho más que la simple repartición de la tierra. Representa los casi 400 años de lucha de los indígenas pidiendo la restitución de la tierra. Restitución, no repartición de ésta, pues ellos son los dueños originales.
Nuestro más alto caudillo agrarista construyó el ejército liberador del sur y fue inspirador y organizador de la Comuna Morelense (colectivización agraria, educación comunales la vida, por la vida y para la vida, socialización de importantísimos medios de producción industrial y autogestión obrera), experiencia histórica de las más elevadas y trascendentales en nuestro país que, sin embargo, no ha sido suficientemente estudiada y transmitida a las nuevas generaciones.
Desde sus primeros pasos como luchador buscó entrar en contacto con hombres que podían abrir su horizonte ideológico: Ricardo Flores Magón, Paulino Martínez, Otilio Montaño, expresando así la necesidad histórica del campesinado de ligarse a otras clases oprimidas.
Este fue el punto de discusión y ruptura entre Emiliano Zapata y Francisco I. Madero, ya que éste proponía que el conflicto de tierras se dirimiera en los tribunales agrarios, a lo que Zapata contestó que precisamente ese era el problema del no cumplimiento de la ley ya que él no tenía confianza en las instituciones responsables de impartir esta justicia y por eso pedía que como presidente simplemente decretara la restitución, (no reparto). Esto da una idea de los alcances de los ideales revolucionarios de Zapata. Quedando al descubierto la verdadera postura burguesa de Francisco I. Madero, llevando al pueblo a través de engaños a una lucha que no era de ellos, los únicos que sí lo sabían era Ricardo Flores Magón y Emiliano Zapata.
d) Francisco Villa
Nuestro guerrillero más conocido mundialmente, cuyas proezas son de una audacia y un genio difíciles de creer aún hoy, regresó de su destierro en E.U. (a donde huyó después de su escapatoria de la cárcel militar de la ciudad de México, en 1912), con ocho hombres a los que pronto se sumaron miles y miles de desheredados, forjó así la legendaria División del Norte.
Su sagacidad militar y sus dotes de organizador y caudillo fulguraron en las batallas precedentes a la toma de Torreón, en la Tierra Blanca, en la famosa carga de los seis mil dragones en Paredón, hasta alcanzar su esplendor más alto el 23 de junio de 1914 durante la toma de Zacatecas, que puso fin al ejército de casta de la dictadura.
Villa, bajo las mismas circunstancias de convulsión histórica revolucionaria que engendraron a Zapata, aceptó el Plan de Ayala, y junto con el ejército libertador del sur y su jefe, tomó el Palacio Nacional en 1914, inflamando así al campesinado y a todas las clases pobres de una seguridad histórica que aún perdura, que es imperecedera, pero mostrando también, de paso, la impotencia de un programa agrario por sí solo (sin el programa proletario y sin la dirección proletaria) para conservar el poder y abrir una perspectiva viable a todas las clases pobres.[2]
e) Rubén Jaramillo Ménez
Hijo de minero y campesina, nació al principiar el siglo pasado en Tlaquiltenango, Morelos. Le tocó incorporarse muy joven a la Revolución de 1910, en el Ejército Zapatista. Por su decisión revolucionaria fue ascendido a capitán primero de caballería al mando de 75 hombres, cuando apenas tenía 17 años; después de la desintegración del Ejército Zapatista en 1918, Rubén había fletado una recua de mulas y comerciaba con arroz y frijol por una extensa zona de Morelos y del sur de Puebla, pero se hizo de algunas tierras, las cultivó, y se encontró sumido en la nueva situación. Él había dicho “desde hoy la revolución, más que de armas, ha de ser de ideas justas y degran liberación social”.Por lo que continuando con la lucha dentro de su rol siguió peleando contra los comerciantes acaparadores de cosechas, por lo que decidió dirigirse con el general Cárdenas con la idea de construir un ingenio con el fin de sustraer al pueblo del dominio de los ricos comerciantes. El general Cárdenas ordenó la construcción y en Zacatepec, Morelos, empezó a trabajar el ingenio con el nombre de Emiliano Zapata, apenas iniciada la operación del ingenio, la riqueza que producía despertó la ambición de muchos, convirtiéndose Jaramillo así en un obstáculo para la burguesía.
Después de defender los derechos de los campesinos y obreros los políticos y funcionarios decidieron eliminarlo por lo que dos veces la Policía Judicial llegó hasta su casa pero no pudo capturarlo. La tercera lo emboscaron policías y pistoleros, pero fracasaron, Jaramillo tomó entonces el único camino honrado que le dejaban: las armas.
Al comprender que la lucha armada no se generalizaba en el Estado y en el país y las fuerzas que podría reunir eran pocas comparadas con el gobierno, así como también que el andar alzado en el cerro aunque le daba seguridad, resultaba benéfico para los enemigos al estar alejado del pueblo, por ello aceptó el ofrecimiento de amnistía que le hizo el gobierno de Ávila Camacho.
Rubén volvió a la vida civil, legal en 1944. Así con la Constitución en una mano, la pistola en el morral y siempre bajo el acecho de policías, soldados o pistoleros, organizó un partido político (Partido Agrario Obrero Morelense, PAOM) para contender con sus mayorías en dos elecciones de gobernador de su Estado.
El presidente López Mateos en 1958 le ofrece amplias garantías, prometiéndole apoyo para resolver los problemas campesinos de su Estado y lo subsidia con un sueldito de promotor de la ceimsa (posteriormente conasupo). El plan era amansarlo y preparar su ejecución.
Asesinato de Rubén Jaramillo y toda su familia
El miércoles 23 de mayo de 1962, a las 14:00 horas, cinco pelotones de soldados (por lo menos cincuenta y cinco hombres armados con fusiles y ametralladoras), en dos vehículos blindados y varios jeeps, 118 procedentes del Cuartel de Agua Hedionda, dirigidos por el sargento Manuel Justo Díaz, apoyados por lo menos de diez agentes de la Policía Judicial Federal (además de los destacados en Cuernavaca), rodearon la vieja casa marcada con el número 14 de la calle Mina, en Tlaquiltenango, Morelos.
En el domicilio se encontraba el dirigente zapatista Rubén Jaramillo Ménez, su esposa Epifania Zúñiga (embarazada), Rosa García Montesinos (madre de Epifania), además de sus hijos adoptivos Ricardo, Raquel (junto con sus tres hijos menores: Rogelio, Fidencio y Fermina, de seis, cuatro y dieciocho meses de edad respectivamente), Enrique y Filemón Jaramillo Zúñiga, así como la esposa de éste último, Marcelina García.
Como única arma de defensa, Rubén contaba con un amparo federal que prohibía cualquier tipo de detención por autoridad judicial y militar. Según las autoridades federales “todos ellos habían sido trasladados a la Ciudad de México para consignarlos”.[3]Fue la culminación de la “Operación Xochicalco”, coordinada también por el jefe de la Policía Judicial, general Carlos Saulé y por el coronel Rivera, de la misma corporación; participaron directamente el capitán Gustavo Ortega Rojas, jefe del Servicio de Seguridad Pública del Estado de Morelos, el capitán José Martínez, comandante de la partida militar de Zacatepec, Roberto Ramos Castaneira, jefe del Servicio Secreto de Morelos. Rubén Jaramillo, Epifania Zúñiga (embarazada), Enrique, Filemón y Ricardo, fueron secuestrados y trasladados cerca de las ruinas prehispánicas de Xochicalco, donde horas después fueron asesinados.En “una desviación que se encuentra a unos cien metros de las ruinas, sobre la carretera que conduce a ellas y en una barranca encontraron los cadáveres”.[4] Según los agentes de la DFS “el Tte. Corl. Héctor Hernández Tello Sub- Jefe de la Policía Judicial Federal este le dio a entender (al capitán Gustavo Ortega Rojas) que la intervención de Agentes sus órdenes solamente se habían cumplido órdenes del Sr. Presidente de la República”.[5] Su único hijo sanguíneo: meses de gestación. En su bolsillo se encontraron noventa centavos.Rubén llegó a aglutinar entre 80 y 125 guerrilleros, la mayoría viejos combatientes zapatistas. Llegó a tener una influencia indeterminada en los pueblos del sur de Puebla, Morelos y Guerrero. Priorizó la actividad política sobre la militar. Dentro de sus filas, surgieron los primeros casos de desaparecidos políticos y ejecutados extrajudicialmente, inaugurando los “carreterazos”, es decir, los combatientes y líderes agrarios fueron torturados hasta la muerte, muchas veces despedazados a machetazos; sus cuerpos aparecieron tirados al lado de las carreteras, con fines de sembrar el terror e impedir que las comunidades siguieran apoyando a los rebeldes.Jaramillo confiaba en el presidente de la República, Adolfo López Mateos. Su confianza lo llevó a la muerte. Durante su vida Rubén Jaramillo fue víctima de once atentados; el último, a manos de soldados, agentes judiciales y pistoleros, le costó la vida.
Fue el fatídico 23 de mayo de 1962 durante el gobierno de Norberto López Avelar, que tropas del ejército nacional comandado entre otros por un capitán de nombre José Martínez y algunos pistoleros de Jesús Merino Fernández, gerente del ingenio Emiliano Zapata, apresaron a toda la familia, la subieron en vehículos oficiales y a un lado de las ruinas de Xochicalco la acribillaron.[6] En ese mismo Estado retomando
la bandera de Rubén Jaramillo continuará con sus ideales en 1970 otro revolucionario, El Güero Medrano, quien fundara la colonia Rubén Jaramillo bajo una forma de gobierno socialista, pero que a finales de 1973 fue tomada por el ejército, obligando a Medrano a formar un grupo guerrillero en las montañas de Morelos, cayendo poco después asesinado.
El 25 de septiembre de 1973, se localiza al grupo de Florencio Medrano Medero, “El Güero Medrano” líder de la Colonia Rubén Jaramillo en Morelos cuando eran perseguidos por la policía como consecuencia del trabajo revolucionario que acababan de realizar en Lagunillas, Guerrero. En la acción murió Trino, uno de los hermanos de Florencio y fue detenido, Pedro, otro de sus hermanos. Florencio logró escapar. Todos los detenidos fueron enviados al “Campo Militar número Uno, “General de División Álvaro Obregón”, en el D.F.Esta información consta que fue transmitida por el secretario de la Defensa HCD (Hermenegildo Cuenca Díaz) al secretario de Gobernación Mario Moya Palencia mediante oficio 55959 del veintisiete de septiembre de mil novecientos setenta y tres. Es absolutamente seguro que Echeverría fue informado, con un oficio idéntico al de Mario Moya Palencia; sin embargo el oficio no está en el Archivo General de la Nación.
El número de oficio no puede tener un rango mayor a cinco dígitos de diferencia que el enviado a Moya Palencia con la misma fecha. Allí está la evidencia de que estos funcionarios conocían que los detenidos no eran puestos a la disposición de la autoridad competente y que el ejército era quien se hacía cargo de la suerte de los detenidos.
f) Arturo Gámiz García dice: Cuando se cancelan las opciones de lucha, ésta es la vía
El profesor Gámiz hace un análisis y un recuento del fracaso de la vía democrática y la inevitable confrontación con el enemigo de clase; después de una apretada síntesis histórica, abordando las contradicciones de clase de una forma didáctica y sencilla, se ofrece un breve resumen histórico de México, desde la conquista española hasta los días en que se realiza el encuentro. Es una breve exposición desde el materialismo histórico de historia patria; desde la colonia hasta los años sesentas, haciendo hincapié en la lucha entablada por las diferentes clases sociales enfrentadas en esos siglos de luchas sociales, económicas y políticas. Sin embargo, en todos esos años se encuentra una constante. Desde entonces “los mexicanos han vivido sujetos por cadenas”.Han “cambiado los opresores pero se continúa con la opresión”, “las riquezas siguen trasladándose al extranjero”. Se han producido “cambios pero sólo han sido de forma pues la esencia es la misma”. Los “únicos momentos en que el pueblo mexicano ha respirado libremente, haciendo valer su soberanía, han sido mientras han tenido en sus manos el fusil”. “El pueblo mexicano ha comprobado por su propia experienciaque el poder, que la soberanía, los derechos y la libertad residen en el fusil”.[7]“Hay dos clases sociales, esto nunca se le debe olvidar a un revolucionario, la explotada y la explotadora.”[8] La clase que goza de estabilidad económica es la burguesa. “El paraíso de la burguesía es el infierno del proletariado; el progreso y enriquecimiento de la burguesía es inversamente proporcional al hundimiento y empobrecimiento del proletariado”.[9] El “empobrecimiento es resultado de una distribución injusta, pues la burguesía se queda con la mayor parte de las riquezas”.Las clases y sectores sociales que integran la población mexicana son la burguesía pro imperialista (formada por los grupos monopolistas de las finanzas, industria y comercio asociado con el imperialismo, los cuadros dirigentes de las empresas mixtas y de empresas nacionales que mantienen ligas con los monopolios extranjeros, así como los grandes latifundistas, los agricultores y ganaderos dedicados a la exportación), la burguesía nacional (controladora de gran cantidad de empresas privadas independientes de los monopolios estadounidenses y de empresas del Estado), la pequeña burguesía urbana y rural, y el proletariado. “La burguesía nacional y pro imperialista es la responsable de todos los sufrimientos, privaciones e injusticias que sufre el pueblo mexicano”.[10] “El gobierno y los poderosos no respetan las leyes y ésta sólo se aplica a los pobres”.[11] La lucha se sigue circunscribiendo principalmente al terreno legal, a pesar de la política cada vez más represiva del gobierno del Estado, de tal forma que en el 63 los dirigentes de la ugocm Álvaro Ríos, Jesús Orta, Dr. Pablo Gómez y Arturo Gámiz se entrevistan en la ciudad de Chihuahua con el presidente Adolfo López Mateos.Denuncian la postura conservadora y represiva del gobernador Giner Durán, así como los múltiples problemas existentes en el campo chihuahuense; es la única audiencia popular que concedió el representante del Ejecutivo. Días después de la entrevista con el presidente de la República, Arturo Gámiz García es detenido y encarcelado por la Policía Judicial del Estado. La presión popular obliga a liberarlo a los pocos días. ¡No les quedó otra vía! “Estamos convencidos de que nuestros enemigos no respetan nada ni a nadie más que al fusil. Estamos convencidos de que no entienden ningún lenguaje más que el de la fuerza. Estamos convencidos de que en sus cabezas no entran razones y de que por las buenas sólo burlas ganamos.”La obligación de los revolucionarios es sintetizar y racionalizar la experiencia que las masas obtienen en sus luchas e integrarlo con la del movimiento revolucionario universal y señalar la conclusión de que solamente cambiando el sistema las masas populares podrán emanciparse y el único camino que conduce a su liberación definitiva es el de la acción revolucionaria para derribar a la burguesía.”[12] La obligación de los revolucionarios “es plantear las demandas de las masas populares, obreras, campesinas, estudiantiles, organizarlas y movilizarlas para que adquieran conciencia de clase, experiencia revolucionaria y para que lleguen a la conclusión” de que es necesaria una nueva revolución.[13] “Estamos convencidos de que ha llegado la hora de hablarle a los poderosos en el único lenguaje que entienden, llegó la hora de que las vanguardias más audaces empuñen el fusil porque es lo único que respetan y escuchan, llegó la hora de ver si en sus cabezas penetran las balas ya que razones nunca les entraron, llegó la hora de apoyarnos en el 30-30 y en el 30-06, más que en el Código Agrario y la Constitución.”[14]Arturo Gámiz señala que “la clase obrera es la clase de vanguardia, conductora de los procesos revolucionarios”, sin embargo, por la influencia de la revolución cubana, en particular del guevarismo, introduce una modificación teórica.En las condiciones existentes de nuestro país es poco probable que el proletariado logre reunir la fuerza política necesaria para crear una situación revolucionaria. La coyuntura insurreccional podía ser alcanzada solamente por el grupo social que en México había jugado un papel de primera importancia: el campesino, clase que para el marxismo ortodoxo se encontraba condenada a desaparecer ante el desarrollo capitalista, sin embargo por el atraso y dependencia económica del país, Gámiz comprende que el campesinado no tendía a desaparecer como especie sino que se convertía precisamente en la vanguardia revolucionaria necesaria para promover una coyuntura.
Otro sector estratégico: el movimiento estudiantil, que por aquellas fechas vivía una de sus mayores etapas de lucha y movilización democrática. Al igual que sucede con los campesinos, el gobierno es casi impotente para controlarlo y extinguirlo. Sin embargo le hace falta una dirección a la altura de su ascenso revolucionario; una dirección audaz de amplio criterio, de gran capacidad y visión, armada de una teoría revolucionaria: el marxismo.
Su crítica a los partidos políticos es despiadada. Porque aceptan tan sólo lo legal y lo pacífico de la doctrina del proletariado. No se atreven a hacer más de lo que está en las listas de lo permitido, lo autorizado y lo registrado de la Secretaría de Gobernación. No sienten los sufrimientos del pueblo. Están enamorados de la paz burguesa, se han aclimatado y naturalizado a ella, se sienten inútiles fuera de su ambiente de politiquería y temen una situación revolucionaria como el pez teme que se acabe el agua. Separan la consolidación interna de la lucha contra los enemigos, refugiándose en planteamientos metafísicos...”[15] “El camino que nosotros hemos escogido está perfectamente claro, consideramos que ya es la hora de iniciar la revolución.Sabemos que no han madurado todas las condiciones ni vamos a sentarnos a esperarlas, madurarán al calor de las acciones revolucionarias. Todos los argumentos en favor de la vía pacífica son insostenibles. El legalismo y el pacifismo no conducen a ninguna parte sino a un pantano, el reformismo tampoco lleva a ninguna parte... No hay que temer el auge revolucionario...”[16] El futuro del país se encuentra en eldesarrollo del proceso revolucionario armado.
No hay el grado de conciencia que se quiere, es muy cierto, pero el proceso revolucionario es el que puede dar esa conciencia a las masas, cosa que no puede hacer la politiquería...” “Está demostrado que no hay que esperar a que estén dadas todas las condiciones porque las que faltan surgen en el curso de la insurrección armada.”[17]Organizar un movimiento revolucionario es difícil; no se empieza la revolución con una poderosa organización clandestina, ni con una decena de guerrillas, ni se producirán levantamientos armados simultáneamente en la mitad del país. De lo que se trata es “...de iniciar la acción donde sea, a la hora que sea y no importa si no son cinco o seis mil guerrilleros sino quince o veinte.No se trata de soñar grandes operaciones tácticas sino de contestar como sea uno de los múltiples golpes que el gobierno prodiga a las masas. En el curso de las operaciones militares las guerrillas se foguearán, se consolidarán, aumentarán sus filas y se multiplicarán, la organización se irá estructurando poco a poco en la medida que surjan las condiciones que lo permitan, las llamas de la revolución se irán extendiendo poco a poco a más rincones de la República. La lucha será terriblemente prolongada, no se contará por años sino por décadas, por eso es ya la hora de empezar y hay que empezar jóvenes si queremos tener tiempo de lograr las cualidades que sólo los años de acción proporcionarán.
Los que dicen que hay que esperar a que se den todas las condiciones, que hay que esperar el momento y que hay que organizarlo todo perfectamente, de hecho están esperando tras su escritorio que las columnas rebeldes lleguen hasta su oficina para informarles que empiezan las operaciones regulares y de posiciones para darse cuenta de que ya es el momento. Pueden seguir cómodamente en sus despachos, tenemos fe absoluta en las masas populares y sabemos que de su seno surgirán cada día más revolucionarios que se encargarán de preparar e iniciar la acción. Por nuestra cuenta no daremos ya marcha atrás en el camino de la revolución, sabemos que sin el apoyo de las masas no podemos triunfar, ganar su confianza y su apoyo es nuestra principal preocupación y nos proponemos lograrlo mediante los hechos. Vencer o Morir”[18]
Muerte de Arturo Gámiz y su grupo guerrillero
Después de varias acciones armadas y lograr inflingirle algunas derrotas al enemigo cayeron abatidos 12 integrantes del llamado Grupo Popular Guerrillero.
El 23 de septiembre de 1965 a las 5:00 a.m. el núcleo militar del Grupo Popular Guerrillero, donde se encuentra su cabeza político-ideológica, intenta tomar el cuartel militar de Ciudad Madera, Chihuahua. Se comete el error de atacar sin suficiente conocimiento de las fuerzas armadas estacionadas, subestimando el poder de fuego del Ejército Mexicano, presentando un combate que no podían ganar los rebeldes por la concentración superior de recursos humanos y militares del enemigo.
El ejército concentra una compañía (125 soldados), ubicándolos estratégicamente alrededor de la población y del cuartel para cercar y aniquilar desde diferentes direcciones al núcleo armado.
Los cadáveres de los insurgentes como medida intimidatoria son exhibidos en un camión descubierto en el centro del poblado de Ciudad Madera. Horas más tarde, son arrojados al suelo en la Plaza de Armas, donde permanecen toda la noche. El 24 de septiembre de 1965 se entierra a los guerrilleros. Con excepción del cadáver de Salomón Gaytán Aguirre, son enterrados en una fosa común.
Narra el profesor Francisco Ornelas Gómez, quien en 1965 fuera el combatiente más joven del (GPG) al contar con 17 años, recuerda que el Cuartel Madera estaba ocupado por 120 soldados mientras que los guerrilleros que realizaron el asalto eran solamente 12, “comenzando la batalla desigual a las cinco de la mañana y prolongándose por espacio de tres horas”.Señala que el objetivo que tenían era iniciar una lucha armada en Chihuahua al tomar el cuartel militar y ocupar la estación de radio, haciendo un llamado al pueblo de Madera para ocupar la Sierra Madre Occidental en campaña guerrillera.
Afirma Ornelas Gómez que la decisión de atacar el cuartel se debió al agotamiento de las condiciones de la lucha legal y por la pobreza de millones de mexicanos, principalmente en el sector campesino y por el autoritarismo gubernamental.
Todas las organizaciones guerrilleras incluyendo las más recientes como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR) reconocen al grupo de Arturo Gámiz como el primer grupo guerrillero postrevolucionario y se ubica al profesor rural Arturo Gámiz García y a Pablo Gómez Ramírez como los primeros organizadores político-militares e ideólogos de la guerrilla, quienes a principio de los años sesenta hicieron una lucha de tipo legal a través de la Unión General de Obreros y Campesinos de México (ugocm). Dos de los sobrevivientes de la toma al cuartel militar de nombres profesor Francisco Ornelas y el campesino Ramón Mendoza con los que coincidí al asistir al aniversario luctuoso de los guerrilleros caídos en Maderas, Chihuahua, opinaban que hoy en día los motivos que llevaron a los maestros normalistas y a los campesinos chihuahuenses al levantarse en armas, todavía existen, tales como las violaciones constitucionales, la falta de respeto a los derechos humanos, y sobre todo la terrible miseria que viven los campesinos frente a la opulencia de los latifundistas.
El saldo de esta heroica hazaña en condiciones tan adversas y que durante las horas que duró el combate, cayeron abatidos ocho guerrilleros mientras que los reportes oficiales del ejército reportaron seis soldados muertos y once heridos.
Detalles posteriores dieron cuenta del gesto de valentía suicida. Una docena de hombres con armas viejas incluso un campesino llevaba un machete, atacaron el cuartel al grito de ¡viva la revolución!, tras haber lanzado una proclama incendiaría y comenzó el combate teniendo como resultado los ocho guerrilleros muertos cuyos cadáveres, amontonados en camiones de redilas, fueron paseados durante varios días por la población a manera de escarnio y como desafío a los seguidores. Luego lanzaron los cuerpos a una fosa común. ¿Peleaban por tierra?, —comentó el gobernador— ¡Quieren tierra, no conservarán otra tierra que la de sus tumbas!Los guerrilleros caídos en el asalto al cuartel Madera fueron Arturo Gámiz García, Pablo Gómez Ramírez, Salomón Gaytán Aguirre, Miguel Quiñones Pedroza, Óscar Sandoval Salinas, Antonio Escobel Gaytán y Rafael Martínez Valdivia, sobreviviendo cuatro después del asalto, tres de ellos se encuentran con vida: los campesinos Ramón Mendoza, Salvador Gaytán y el profesor Francisco Ornelas, mientras que un campesino al que sólo se le conocía como Hugo, se encuentra desaparecido.
El cuarto sobreviviente era el campesino Guadalupe Escobel Gaytán quien fue fusilado por el Ejército el 11 de septiembre de 1968 en la carretera del municipio de Tezopale, Sonora, cuando pertenecía al movimiento 23 de Septiembre dirigido por Oscar González Eguiarte, continuadores de la lucha de Arturo Gámiz.
Las razones por las que combatió con un grupo tan reducido fue porque no pudieron coordinarse con los otros dos grupos de apoyo, uno dirigido por Saúl Ornelas y Pedro Uranga, estudiantes normalistas que por diversas razones de seguridad armada y mala comunicación, no se coordinaron con sus compañeros y se regresaron a Chihuahua. El otro grupo encabezado por Salvador Gaytán no llegó a la cita, debido a una fuerte tormenta lo cual ha lamentado Salvador toda la vida de no haber combatido por causas ajenas a su voluntad al lado del profesor Arturo Gámiz ya que las mulas en las que traía el armamento se patinaban por lo lodoso y lluvioso y no pudieron llegar al lugar del combate ya que está seguro que el resultado hubiera sido otro porque los soldados estaban muy temerosos por los resultados de acciones armadas anteriores en los cuales el grupo guerrillero había tenido siempre éxito.[19]
A la muerte del profesor Arturo Gámiz toma la dirección el líder estudiantil Óscar González Eguiarte y conforma, el núcleo de estudiantes, profesores y campesinos aglutinados en torno a él y funda el Grupo Popular Guerrillero “Arturo Gámiz” (GPGAG).Sus cuadros urbanos se dedican a labores de entrenamiento militar, formación de estructura guerrillera, realización de trabajos políticos, restablecimiento de contactos en la sierra entre maestros rurales y campesinos iniciados por el grupo de Arturo Gámiz y a conseguir armamento, ropa, equipos y uniformes. El Grupo no adopta una estructura jerárquica militar como la del Movimiento 23 de Septiembre. Su objetivo primordial es impulsar un foco guerrillero rural. Óscar fue designado comandante haciendo funciones de jefe político y militar.
Muerte de Óscar González que retoma la bandera de Arturo Gámiz García
A las nueve de la mañana los guerrilleros caen en una emboscada montada por tropas comandadas por el teniente coronel Gregorio López, al mando de 125 soldados de las Zonas Militares de Chihuahua y Sonora, reforzados con miembros de la Policía Rural de Uruáchic. El más joven del núcleo militar, Carlos David Armendáriz Ponce, diecisiete años de edad, protegiéndose únicamente con su mochila, cubre la retirada de sus compañeros durante más de veinticinco minutos antes de que las balas de los soldados seguen su vida; también se distingue en ese combate Arturo Borboa Estrada, nativo de esas tierras de la Alta Tarahumara, empuñando su Thompson 45. En medio del combate cae herido el comandante Óscar González Eguiarte.
El 8 de septiembre de 1968 los insurgentes, al intentar llegar a Ciudad Obregón, en Tezopaco, Sonora, son sorprendidos por soldados. José Luis Guzmán Villa (estudiante y segundo en la jerarquía del grupo revolucionario) cae combatiendo a las tropas de la 5ª Zona Militar. Al día siguiente, Óscar González Eguiarte y Arturo Borboa Estrada, comandante y militante respectivamente del GPGAG, son detenidos en Tezopaco, Sonora, por soldados pertenecientes al 18º Regimiento de Caballería adscrito a la 4ª Zona Militar, comandado por el coronel Belmonte, bajo la responsabilidad del general Luis Alamillo Flores. Óscar y Arturo son torturados, se les amarra a caballos y se les arrastra por todo el pueblo. Sin juicio de por medio, al filo de las cinco de la tarde, Óscar González Eguiarte y Arturo Borboa Estrada, descalzos, semidesnudos, sumamente golpeados y hambrientos, son fusilados por órdenes del la Secretaría de la Defensa Nacional. Sus cadáveres son sepultados, casi a flor de tierra, en el panteón de Tezopaco.
El 11 de octubre de 1968 José Antonio Gaytán Aguirre y Guadalupe Scobell Gaytán, sobrevivientes del asalto al cuartel militar de Madera (23 de septiembre de 1965), defendiendo su campamento, caen abatidos por las balas de las tropas del 18º Regimiento de Caballería, adscrito a la 4ª Zona Militar. Existe también la versión de que al intentar llegar a Hermosillo, Sonora, son sorprendidos y detenidos por tropas del 18º Regimiento de Caballería, las cuales los trasladan a Tezopaco, donde sufren los mismos tratos y muerte que sus demás compañeros. La guerrilla es aniquilada. Los sobrevivientes del GPGAG y del M23S se reunifican bajo las siglas del segundo, manteniendo viva la tradición insurgente en Chihuahua.
Poemas de Miguel Topete Díaz “Nabor” ex combatiente Guerrillero
¿Quién es Miguel Topete? Compañero guerrillero militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre sobreviviente de la guerrilla en la sierra entre Chihuahua y Sonora donde perdió la vida luchando el combatiente Óscar González. Este lugar le fue asignado a Miguel por la dirigencia de la Liga Comunista 23 de Septiembre para levantar el movimiento guerrillero junto con Leopoldo Angulo Luquen “El General” y otros sobrevivientes incluso de la guerrilla del profesor Arturo Gámiz, como Salvador Gaytán, Ramón y otros más.Este grupo guerrillero de Gámiz que sirvió de ejemplo para otros grupos en el país y que en su momento continuó Óscar González, culmina con la participación de Miguel Topete, Leopoldo Angulo, Tomás Lizárraga y Wenceslao Martínez, que cubrieron la zona de Chiuhahua, Sonora, Durango y Sinaloa. Como continuadores de la lucha de Óscar González y como un reconocimiento, en su honor le compuso el poema Tezopaco por ser el lugar donde lo asesinaron los soldados. Y el poema que le sigue es en memoria de uno de sus compañeros de armas de apellido Domínguez, el cual pertenecía a una familia que aportó varios integrantes como combatientes a la Guerrilla.
Unos asesinados y otros desaparecidos, y como un reconocimiento a él y a todos sus hermanos le compuso este poema escrito al fragor de la lucha. Y finalmente una canción revolucionaria inspirada y escrita en la sierra, lugar de los hechos. Solamente integré estas tres obras de todo su acervo poético que es igual de valioso que todas las demás poesías pero por cuestión de espacio y del tema que trata este trabajo sólo seleccione éstas.
Ya habrá ocasión de plasmar el resto de su obra. Lo más interesante de toda esta poesía es que fue escrita después de algún combate, o del abatimiento de alguno de sus compañeros, y su mensaje. Vaya para Miguel un fraternal saludo y mi reconocimiento a su entereza ideológica y su conducta ejemplar proletaria. Y mi agradecimiento por el material que me proporcionó.
TEZOPACO
Tezopaco. Allí, hace apenas cinco años*
la metralla enemiga acribilló a un comando
Y Óscar González, la desafiante llamarada
que calcinó una noche de Tutuaca
se congeló un momento:
lo fusilaron en Tezopaco
y a todos tal
Estantigua guerrillera ensangrentada y yerta
Remolinos de pólvora prendidos al silencio
formó el metal golpeando al aire
después el vértigo
crepitaciones de una idea girando en la conciencia
imágenes perdidas en la geografía de guerra:
Abajo
los combates de calle “México 68”proletarios en pie de guerralucha de clases
Dos de Octubre, Tlatelolco y la masacre
Y arriba
los fusilados en Tezopaco
la sangre regando el yermo... la del rarámuri
adherida a los guijarros, evaporada
la de Arturito... la de Armendáriz...
y a sólo Un lustro en el tiempo
en la conciencia guarigía sólo un recuerdo:
“Los fusilados en Tezopaco”Y Óscar Gonzálezresonancia de la lucha proletaria en las montañas
peregrinar de un comando:
“Óscar González.”(pájaro correcaminos por las veredas guarígías)Ahora acá
en las montañas del norte las cabelleras al viento
mochilas en las espaldas las carabinas al hombro
Allá frente al rojo infinito
las alzadas siluetas se desplazan
paso a paso en silencio
frente al crepúsculo.
*Este poema fue escrito en 1973
CHOLUGO
A ti, para quien no tañeron las campanas cuando caíste,
Cholugo
te escribo estos versos.
Por ti no hablará un epitafio tras de tu muerte
(mejor así, alguien podría embalsamar tu recuerdo)
en la fosa común, nadie estuvo a reclamar tu cadáver.
A ti, que nada perdiste al morir esa mañana
(parecíera que nadie se enteró de tu muerte)
¡Eras tan simple!
Tu proletaria relevancia se esparcía en la clase, Cholugo
tu nombre, pardo en la noche,
era un sonido enredado entre las breñas del monte
tu sonrisa, un Impacto de ironía
en el centro de la hambrienta tristeza de tu semblante
Tus palabras albureras, claras o abstrusas
(sin la vibrante petulancia de la oratoria pequeño burguesa)
embragaban a la lucha el interés de los compas
cuando, día a día,
conformamos aquel frente de guerra en las montañas
allá, en donde nunca consumamos “los combates heroicos”subiendo cuestas y vomitando el bofeo tirando la bazofia
(romances guerrilleros aderezados con actos de Prometeo
y nebulosas de Andrómeda)
animal-hombre de carga
el sol fincado en tu espalda hacía menguante tu tranco
en las horas de la marcha
subiendo las torrenteras
trastumbando las montañas.
Compañero
En todo tiempo dispuesto a las tareas de tu oficio:
Remendando los zapatos
Dirigiendo en los pueblitos
Unas veces enfermero
Tirador agazapado
Alguna ocasión verdugo
Transportador de alimentos...
... y vigía en las madrugadas
Cholugo, tu nombre montés oscuro, grave y lento
era el canto serenado de un tecolote en las ramas.
A todos (los de tu clase, Cholugo)
quienes realmente perdieron con tu muerte a un combatiente
les escribo estos recuerdos:
Cómo decirles quién eras...
Miguel o Pedro...
Juan Domínguez... que no la chingues...
se me esconden las palabras para precisar tu imagen
eras tú “tan ordinario” (se me embarulla el lenguaje)tú no fuiste un comandante
tú no fuiste un superhéroe...
Combatiente, compañero
Tu humanidad aún gravita las órbitas de tus hechos
Tu historia es la de un cualquiera
“sin dignidad”, “sin orgullo”, explotado y “pocas pulgas”(un méndigo proletario con conciencia de sus obras)molécula de una flecha
tu grandeza es un acervo de acontecimientos simples
¡GUERILERO PROLETARIO !
Tu historia es una vida que floreció en las piedras y maduró en
el viento
(los espectros de tus actos iluminan nuestra lucha, diseminados
en el tiempo)
Cholugo
Tu nombre, claro en el día, era un sonido de agua:
Goterita de la peña sobre el remanso en la poza
Granizada en la tormenta
Cholugo,
Tu nombre rojo de sangre
Estallido de granada
Nació en la guerra.
ARIBA DE GUA JARAY
(corrido)
Pájaro correcaminos
venadito del breñal
el viento se ha entristecido
llora como el vendaval
El viento se ha entristecido
llora como el vendaval
El viento no es el que llora
trae el llanto nadamás
son aires de una pascola
pesares de un funeral
Son aires ele una pascola
Pesares de un funeral
¡Ay! ¡Ay ay ay¡
venadito del breñal
¡Ay! ¡Ay ay ay!
Pesares de un funeral
Veinticuatro de noviembre
cuando el sol iba a salir
la aurora besó la frente
de los que iban a morir
La aurora besó la frente
de los que iban a morir
Cerro de la ventanita
campamento del cantil
cercaron a la guerrilla
a fuego de bomba y fusil
Cercaron a la guerrilla
a fuego de bomba y fusiI
¡Ay! ¡Ay ay ay!
Cuando el sol iba a salir
¡Ay! ¡Ay ay ay!
Fuego de bomba v fusil
Mataron dos guerrilleros
tras la emboscada mortal
nomás zumbaban las balas
arriba de Guajaray
Nomás zumbaban las balas
arriba de Guajaray
¡Ay! ¡Ay ay ay!
Tras la emboscada mortal
¡Ay! ¡Ay ay ay!
Arriba de Guajaray
¡Que revienten los fusiles!
¡Compañeros, a pelear!
¡Muchachos, rompan el cerco!
Cuesta arriba hay que luchar
Las amapas florecieron
porque el invierno llegó
la sangre del guerrillero
es un crepúsculo en flor
La sangre del guerrillero
es un crepúsculo en flor
¡Ay! ¡Ay ay ay!
Cuando el invierno llegó
¡Ay’ ¡Ay ay ay!Se hizo el crepúsculo flor
Chachalaca del bainoro
Yuremito Guarijío
háganme ustedes el coro
cuando cante este corrido
Háganme ustedes el coro
cuando cante este corrido
¡Ay! ¡Ay Ay Ay!
Cuando cante este corrido
Cuando cante este corrido
g) Genaro Vázquez Rojas
Por su lado, en el Estado de Guerrero, Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, después de agotar ambos los caminos de la legalidad y de insistir en las reformas democráticas, enfrentarán el poder despótico del Estado, y se verán obligados a continuar el trabajo político por la vía armada remontados en la sierra, formando cada uno su propio grupo guerrillero.
De 1959 a 1968 la Asociación Cívica Guerrerense lucha por la vía legal para alcanzar objetivos democráticos. Sin rebasar los marcos de la Revolución Mexicana y de la democracia burguesa, pero atenta contra los intereses de los viejos caciques guerrerenses que no ceden ni un centímetro, y que mediante la represión sostiene su posición privilegiada. Dicha asociación, comandada por el profesor Genaro Vázquez Rojas, encabeza en 1960 un movimiento político contra el entonces gobernador del Estado, Raúl Caballero Aburto. En las movilizaciones participan sobre todo, maestros, estudiantes y campesinos. Durante el reinado de Abarca Alarcón las cosas empeoraron para la Asociación. Finalmente Genaro Vázquez es inculpado de instigar un enfrentamiento que se produce en Iguala y en el que mueren varios individuos por las fuerzas policiacas. Se inculpa al profesor Genaro Vázquez, quien es aprehendido y recluido en la cárcel de Iguala.
El 22 de abril de 1968, el primer comando armado de la Asociación Cívica Guerrerense libera a Vázquez Rojas y éste se traslada a la Sierra y convierte a la Asociación Cívica Guerrerense en la Asociación Nacional Revolucionaria, dando inicio a la lucha armada.[20]
En febrero de 1970 Genaro firma un desplegado junto con José Bracho Campos y Fausto Ávila Juárez desde el Campamento Revolucionario José Ma. Morelos en las Montañas Sur de México.[21] “Hacia finales de mayo de 1970 [...] Denunciaba la muerte bajo tortura de dos simpatizantes... y el asesinato en tierra mexicana del comandante guerrillero guatemalteco Yon Sosa y dos de sus compañeros,perpetrado el 16 de mayo del mismo año.”De los planteamientos de la Asociación Cívica Guerrerense a la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, hay un verdadero abismo. La primera tenía objetivos democráticos y cauces políticos-legales, la segunda, ha pasado a la lucha armada y plantea la toma del poder por el proletariado.El día 2 de febrero de 1972, Genaro Vázquez murió en el Hospital Civil de Morelia, después de sufrir un accidente automovilístico: “Choca contra dos camiones del ejército” en el kilómetro 226 de la carretera México-Morelia.
h) Lucio Cabañas Barrientos
Por lo que respecta a Lucio Cabañas, de maestro rural se transforma en líder campesino. El 18 de mayo de 1967 encabeza un mitin en Atoyac, Guerrero, que es atacado por miembros de la Policía Judicial arrojando un saldo de 11 muertos.
Se intenta culpar a Cabañas de los acontecimientos, y éste se ve obligado a refugiarse en la sierra, y finalmente a formar sus brigadas campesinas de ajusticiamiento y el Partido de los Pobres.
Estos grupos guerrilleros, que surgen como organizaciones de autodefensa, luchan en la sierra de Guerrero durante varios años. La importancia que adquieren estos movimientos se debe al respaldo que reciben de la población campesina y posteriormente, incluso, se extienden hasta tener contactos en la ciudad de México.
Las acciones de estos dos grupos guerrilleros autónomos e independientes uno de otro tendrán en constante jaque al gobierno del Estado.
Al Igual que Genaro Vázquez del inicial planteamiento por la vía democrática, Lucio Cabañas ya remontado en la sierra obligadamente ahora plantea: Derrocar al gobierno de la clase rica. Que se forme un gobierno de campesinos y obreros técnicos, profesionistas y otros trabajadores revolucionarios. Que la clase pobre salga de la ignorancia. Derechos de los trabajadores a tener casa, educación, salud. Amparar a los ancianos y a los inválidos. Hacer valer el derecho de los estudiantes a la educación. Hacer la segunda independencia de México, pero ahora la económica y terminar con la dependencia y el coloniaje imperialista. Finalmente Lucio Cabañas es asesinado el día 2 de diciembre de 1974 a las 09:00 horas en un enfrentamiento con el Ejército en la región de El Otatal. Lucio Cabañas murió de tres balazos de fal, uno lo recibió en la mejilla derecha; el otro en la axila izquierda y el tercero en la caja toráxica que le fracturó tres costillas.
i) GUERILAS URBANAS
Surgen las guerrillas urbanas
En el mes de diciembre de 1969 Diego Lucero participa en un encuentro de combatientes en Torreón, Coahuila. Junto con Leopoldo Angulo Luken a mediados de 1970 organizan varios grupos de estudio en el D. F., Chihuahua y Oaxaca; establecen contacto con Genaro Vázquez (ACNR) y Lucio Cabañas (PDLP). Los núcleos constituidos incursionan en el conocimiento de balística, explosivos y armamento ligero.
En un primer periodo a lo más que se llegó a realizar fueron excursiones por los cerros vecinos al Ajusco y Popocatépetl. Para pasar a su segunda fase organizativa, comenzaron a realizar diversos asaltos, incluyendo a bancos y comercios. Para enero de 1971, el grupo del D. F., que expresó diferencias particulares con respecto a los de Chihuahua, adoptó un estilo diferente de trabajo. No adoptaron algún nombre específico, por los que se le llamó en un primer momento grupo “N”, bajo la conducción de un Núcleo Central, embrión del Comité Central de la futura organización nacional. Más adelante, al participar dentro de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, Lucio los bautizó, para diferenciarlos de similares grupos, como Guajiros. Llegaron a tener como base de operaciones la ciudad de Guadalajara y la Ciudad de México. Establecen relaciones con el equipo de Procesos, entonces conducido por Raúl Ramos Zavala. Meses más tarde son una de las vertientes que fundó la Liga Comunista 23 de Septiembre.Como resultado de las investigaciones del triple asalto bancario ocurrido en la ciudad de Chihuahua el 15 de enero de 1972, donde muere en combate Avelina Gallegos Gallegos y varios combatientes son detenidos, Diego Lucero es capturado el 16 de enero de 1972 junto con Rosendo Francisco Muñoz Colomo, Marco Antonio Rascón Córdoba, Gilberto Montaño León, Marco Antonio Pizarro Chávez; todos fueron “interrogados” por los agentes de la Dirección Federal de Seguridad.[22] Diego rindió declaración. Horas después es asesinado extrajudicialmente. La primera versión que maneja la DFS señaló: “Cuando los elementos de la Policía Judicial estaban sacando el dinero en cuestión, Lucero Martínez trató de oponer resistencia, al parecer con un arma que se encontraba en el lugar, siendo abatido”, para después, el 17 de enero de 1972, verter otra explicación totalmente distinta: el mismo día del asalto bancario “....a las 2.00 hrs. elementos de la Policía Judicial del Estado, dieron muerte al asaltabancos Diego Lucero Martínez, cuando dicho individuo llegaba al domicilio ubicado en José Aceves No. 1209 de esta ciudad, el cual era vigilado por la policía por ser uno de los lugares donde residían los delincuentes”.Existe el testimonio de su compañero Marco Rascón, denunciando que vio detenido y con vida a Lucero. El gobernador de Chihuahua en aquel entonces, Óscar Flores Sánchez, se jactó en los medios de comunicación de que él personalmente había encabezado la investigación y años después, en privado hacia alarde de que había dado muerte a balazos a guerrilleros para que sentara precedente.
Los Lacandones nacieron en 1967, se constituyeron como organización revolucionaria armada en 1969 y desaparecieron al integrarse a la LC23S en 1973, integrando la Brigada Roja, bajo la dirección de David Jiménez Sarmiento. La mayoría de sus integrantes eran activistas de los grandes movimientos sociales y políticos de los años sesenta. Su campo de acción fue la Ciudad de México y la zona conurbada. En 1971 establecieron relaciones con grupos de su mismo origen estudiantil radical en Chihuahua, Monterrey, Oaxaca, Morelos, Veracruz y Estado de México, entre ellos los Macías, Guajiros y espartaquistas. Después de la primera represión, donde fueron detenidos seis elementos, Lacandones se reorganizó. Su tendencia militarista empezó a predominar. En el Instituto Politécnico Nacional establecieron relaciones con Guajiros y Procesos. Comienzan a discutir las concepciones de universidad fábrica, radicalizando aun más sus posiciones ideológico-políticas.
La guerrilla contemporánea ha surgido con características peculiares en los países atrasados de Asia, África y América Latina. ¿En qué condiciones surge? Por una parte, en condiciones de derrumbamiento y putrefacción del imperialismo, y por la otra en condiciones de ausencia de dirección obrera, de partido revolucionario, en condiciones de desmovilización sindical, de precariedad organizativa de las masas oprimidas, de imposibilidad para ejercer ni siquiera mínimamente los derechos democráticos.
Las guerrillas surgen, pues, como expresión condensada del rencor social, con un carácter anticapitalista, antiimperialista y no son fundamentalmente agrarias. Su misión consiste, en una primera fase, en acelerar la crisis en un sistema envilecido y rígido, mostrar a las masas, por la fuerza de las armas, que es la instancia última, la alternativa revolucionaria y animarlas a organizarse a combatir. Lo que no pueden hacer de ningún modo es sustituir las organizaciones de masa ni al partido proletario; por tanto, desde sus primeras acciones tienen que tender, por su participación que las luchas completas de los obreros y de los campesinos contra la burguesía y sus terratenientes, por el programa general anticapitalista que levanten, a convertirse en instrumento militar de las masas, en auxiliar, que puede a llegar a ser innecesario en su sentido original, de la lucha revolucionaria de las masas.
En México, el descontento del campesinado por la detención y la desnaturalización de la reforma agraria, por el engaño institucionalizado, ha creado condiciones para que de tiempo en tiempo algunas gentes, por la regla general con un encuadre clasista pequeño burgués se radicalicen y den a su marginación forzada de la lucha política abierta el carácter de un caudillaje agrario al que por analogía llaman guerrilla. Pero toda su honestidad, su buena fe, su intención revolucionaria, su sentimiento anticapitalista —cuando tal es el caso, naturalmente— no bastan para suplir la falta de un programa general, de una compensación global de nuestro proceso histórico, de una necesaria vinculación con las masas.Otra época, otras condiciones históricas, les impiden entroncar, más allá de las palabras con la tradición guerrillera mexicana; y las conquistas materiales de una revolución frenada pero no vencida (sindicatos obreros, vasto desarrollo de la industria estatizada, ejidos), el carecimiento numérico del proletariado, las acciones estudiantiles de masas, además de un fenómeno de adaptación revolucionaria de un sector gubernamental (fenómeno determinado por los progresos mundiales de la revolución), pesan mucho más que las eventuales actividades guerrilleras e impiden a los integrantes de la guerrilla entroncar con lo mejor de la tradición guerrillera contemporánea, aunque sus métodos prácticos sean muy semejantes.
La guerrilla mexicana actual, para ser algo más que una válvula de escape emocional o un recurso de circunstancias desesperadas, tendría que entender sus bases históricas, su función concreta, sus fuerzas de apoyo; quedan por consiguiente, flotando en el aire, sus reales vínculos sociales vigorosos fruto de un vasto y extenuante trabajo político-militar y de concientización.
Con las guerrillas urbanas, el Estado-Gobierno utiliza solamente la represión para acabar con ellas; las tácticas utilizadas para aniquilar a las guerrillas son distintas, la urbana de la rural.
El objetivo final termina siendo el mismo, el exterminio del grupo armado y no la derrota militar.
Mediante sus proclamas y acciones revolucionarias lanzarán la consigna de instaurar un Estado socialista. No solamente ofrendarán sus vidas, sino que el Estado se ensañará con la población civil, torturando, asesinando y desapareciendo cientos de campesinos e indígenas por la simple sospecha de ser simpatizantes del movimiento guerrillero.
Igualmente en las ciudades estos ideales encontrarán una tierra fértil en las universidades, en las fábricas, en los barrios populares, en fin, en todos los sectores marginados. Es así como en la década que se inicia en 1970 surgen los grupos armados en la ciudad, organizaciones como el MAR, el FUZ, el CAP, los Lacandones, las FAR, el FER, la UP, las frap y la Liga Comunista 23 de septiembre, nombre que ésta última toma en memoria al asalto del Cuartel Madera y la caída del Comandante Guerrillero Arturo Gámiz García.
Con los antecedentes ya señalados queda demostrado que cualquier conquista social siempre ha sido arrebatada mediante la fuerza. La Independencia, la Revolución Mexicana, las Leyes de Reforma y los movimientos armados de los años sesentas y setentas (a los cuales se les adjudica la conquista de la apertura política democrática), apertura que yo en lo particular no acepto por ser engañosa y sujeta solamente a la política pluripartidista y no incluir la apertura económica y social y que seguimos teniendo el eterno problema del hambre, la falta de oportunidades, un país atrasado y que no son nuestras maravillosas leyes, primordialmente la Constitución, relegada a poesía jurídica (por ser utópica), las que han incumplido, sino los encargados de impartirlas los que las han distorsionado por intereses de clase, ideológicos y de grupos de poder.
Si observamos todos los movimientos armados primero fueron democráticos: el movimiento estudiantil de 1968, el de el 10 de junio de 1971, el de Rubén Jaramillo, el del profesor, Arturo Gámiz, Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, El F.E.R. (Frente Estudiantil Revolucionario), la Liga Comunista 23 de Septiembre, etc.
Está totalmente demostrado que agotaron la vía pacifica, pero por sobrevivencia tuvieron que optar por las armas. ”Para lograr la libertad de otros, hay que sacrificar la propia libertad y hasta la propia vida”. El concepto de justicia pone un obstáculo a lo eficaz, porque el reparto equitativo va en dirección contraria; este sistema genera en igual medida progreso y destrucción. Si la calidad de vida se mide por el conocimiento, somos un país muy pobre.Tenemos que hacer un análisis de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: teleológico (por qué se creo), y axiológico (si está cumpliendo para lo que fue creada). Y las razones del por qué estamos ante un Estado de anomia. —Si no hay orden ¡hay anarquía! —Esta demostrado que estamos ante un Estado anárquico, totalitarista. ¡No está cumpliendo para lo que fue creada nuestra Constitución!En nuestra Constitución todos los derechos se infringen; La Constitución nació contra el poder absoluto y la intención fue que la soberanía residiera esencialmente en el pueblo, pero la burguesía se atribuye la representación de éste, usurpando lo que no le corresponde. Entre la Constitución formal y la real debe existir una relación necesaria, porque la estructura de la relación humana no es sólo creación normativa, si notambién la expresión de su infraestructura socioeconómica, y si quiere tener vigencia debe expresar esa realidad subyacente —ésta ha permitido la supremacía de una clase sobre de otra, tenemos que hacer que esos derechos sean reales, tangibles y garantizarlos a plenitud—.Esta Constitución y sus instituciones permitieron una república aristocrática, con gobiernos oligárquicos. El hecho de haber lanzado los tanques y los soldados a la calle y apuntar con las armas al corazón del pueblo, creó el derecho a la resistencia. El mal es gravísimo y el remedio es arriesgado, si a eso se le llama imprudencia, será la de los débiles porque mi corazón la desconoce. Aprendí a pensar. Félix Varela (1862) decía que: No había gloria más grande para un maestro que hablar por boca de sus discípulos. Siempre se pensará con veneración y respeto en aquel maestro que nos enseñó a pensar. Pero la verdad es que los maestros siguen haciendo su trabajo de alienación en los jóvenes para que no escapen de la subsunsión formal y terminan incorporándolos a la subsunsión real (en la universidad-fábrica). Logran el objetivo de producir material cibernético o carne inerme, que es el papel que el Estado le asignó a las Universidades y que tiene que desempeñarlo cabalmente. En lugar de formar jóvenes pensadores, investigadores, críticos, etc., que es esta la única forma de lograr que un país prospere, o de lo contrario lo que han logrado hacer de nuestro país, un país dependiente, subdesarrollado, sin soberanía, sumiso y sin dignidad.
La superestructura del Estado se desarrolla y se sustenta en la base económica objetiva a través de las estructuras políticas, jurídicas e ideológicas y esta estructura actúa de forma indirecta transformando la conciencia, y si estas no son suficientes, entonces se recurre al uso de las fuerzas armadas. Pero jamás cederán nada en el área económica.
El análisis y estudio de esta historia de nuestro país no sólo ilustrará nuestras conciencias, no sólo ilustrará nuestro pensamiento sino que el estudio de nuestra historia ayudará también a encontrar una fuente inagotable de heroismo, una fuente inagotable de espíritu de sacrificio, de espíritu de lucha y de combate.
Esas banderas que han presidido la historia revolucionaria de nuestro país y que la enarbolaron nuestros compañeros no serán jamás arriadas. El estudio profundo nos permitió ver nuestro país con toda claridad, la esencia de nuestros problemas económicos y de nuestro problemas sociales, sus causas más profundas; nos permitió comprender la época en que vivimos, nos permitió comprender la historia y las leyes de la historia.
Sobre todo nos permitió saber en qué consistía la sociedad y cómo vivíamos en una sociedad clasista y cómo la humanidad vivió universalmente bajo una sociedad de clases; y qué es una sociedad de clases; quiénes son los explotadores, y quiénes son los explotados, quiénes son los privilegiados, y quiénes son los olvidados, quiénes son los parásitos dentro de la sociedad, quiénes son los creadores de la riqueza, quiénes son los oprimidos y quiénes son los opresores.
Tratando de investigar el por qué de esta conducta vesánica, fue a través del estudio de las diferentes corrientes filosóficas y la única que nos permitió conocer la verdad desde el punto de vista científico fue la Marxista-Leninista, y fue esta doctrina la que nos guió cuando nos encontrábamos eclipsados en ese túnel de luz intelectual y solamente con las teorías del materialismo histórico y el materialismo dialéctico fue que pudimos conocer la sociedad en que vivíamos, cómo está estructurada. La historia y las leyes de la historia, y modificar la realidad, descubrir lo oculto, etc.
Como pretendían a través de la difusión lograr la metamorfosis del destinatario y que hiciéramos interpretaciones empíricamente invalidadas, teóricamente inadecuadas y políticamente ineficaces, para deformar la realidad, pero al estudiar sus corrientes filosóficas comprendimos la realidad del subdesarrollo y la realidad política fundada en hechos económicos y una buena crítica a su teoría social. Y al desenmascararlos aparecieron como lo que realmente eran, apocalípticos asesinos, enfermos sedientos de sangre. Trajeron hambre y destrucción. “El hambre transcurre en un silencio sepulcral, no se oyen los gemidos del hambre y lo callan los responsables, pero esa tranquilidad no es signo de conformidad, de la cual puede surgir la tormenta”. ¿Cuánto más vivirán lacerándole y arrancándole la piel al cuerpo vivo del hombre hambreado?Esta agresión creo que ha ido demasiado lejos.
Para nosotros fue una luz que nos permitió ver con claridad el país donde vivíamos, y ante esta osadía, la respuesta fue: un ataque militarizado de exterminio selectivo y sistematizado en contra de una parte de la población civil, implicando asesinatos, torturas, encarcelamiento, desapariciones y otros actos inhumanos, más los daños colaterales causados a los familiares de los desaparecidos, en la incertidumbre de donde está su ser querido, (¿vive o está muerto¿). Ésta es más dolorosa, no le puedes guardar duelo, ni lugar a dónde ir a visitarlo para honrarlo.
“Nadie sabe dónde están ahora, no tienentumba, están dispersos de la patria. Nadie sabe
dónde enterraron los asesinos estos cuerpos, pero
ellos saldrán de la tierra a cobrar la sangre caída
en la resurrección del pueblo.” A los enemigos: noquiero que me den la mano empapada con nuestra
sangre, para ellos pido castigo. Siempre, aunque los
pasos toquen mil años este sitio, no borrarán la sangre
de los que aquí cayeron. “Sube a nacer conmigohermano, dame la mano desde la profunda zona de
tu dolor diseminado...” —Pablo Neruda.
Se nos enclaustró en cárceles clandestinas para torturarnos hasta causarles a algunos la muerte y que nadie se enterara donde quedaron esos cuerpos, de los demás jamás se supo su paradero.
______________
[2] Revista MILITANCIA Temas del socialismo, año I Núm. 1 Septiembre 30 de 1974.
[3] Exp. 100-5-1-65, H 92, L 15; Exp. 100-1-5-65, H 127, L 15.
[4] Exp. 100-5-1-65, H 109, L 15
[5] Exp. 100-5-1-65, H 109, L 15, T 42 – 30[6] CIEN AÑOS DE LUCHA DE CLASES EN MÉXICO1876-1976,TOMO 2, Editorial Quinto Sol, México D.F. año 1993, Pág. 289 a 292.
[7] Arturo Gámiz García, Segundo Encuentro de la Sierra “Heraclio Bernal”. Resolución.[8] Ibídem, p. 5.
[9] Ibídem, p. 6.
[10] Ibídem, p. 14.
[11] Ibídem, p. 5.
[12] Ibídem, pp. 5-6.
[13] Ibídem, p. 6.
[14] Ibídem, p. 6.
[15] Ibídem, p. 31.
[16] Ibídem, p. 36.
[17] Ibídem, p. 37.
[18] Ibídem, p. 37.
[19] Datos tomados de la revista QUEHACER POLÍTICO, 2001, Septiembre 29, México D.F. Pág. 42-51.
[20] Expediente del Archivo General de la Nación 19-69L 6H 212.
[21] DFS 100-10-16-2 L 2 H 260-271.
[22] DFS 35-17-72/L3/F 168.