Escrito: Octubre, 1982.
Publicado por vez primera: En El partido marxista
leninista del proletariado, para uso interno de las
Fuerzas de Liberación Popular "Farabundo Martí" (FPL) en El Salvador, 1982.
Versión digital: Centro Histórico Revolucionario Salvadoreño
"Salvador Cayetano Carpio - Comandante Marcial".
Fuente del texto actual: Salvador Cayetano Carpio,
Nuestras montañas son las masas, 1999.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2009.
El segundo tema es un elemento fundamental que debe tener el Partido Marxista-Leninista del Proletariado y es que tiene que estar indivisible y directamente unido, entrelazado con el pueblo, porque si no, no será capaz de dirigirlo. Esto viene de la tesis que ya hemos dicho, de la tesis Marxista de que es el pueblo el que hace su Revolución y como muchas veces se ha dicho, un Partido Marxista verdadero no sustituye al pueblo, sino que es el motor de su desarrollo, el motor de su incorporación para que este pueblo incorporado a los distintos niveles, a la causa de su Revolución, puede ser el que realice su Revolución.
Entonces dentro del concepto de que el Partido es el motor, el orientador y el organizador del pueblo, el verdadero Partido Marxista tiene que estar entrañable e indisolublemente ligado a las masas. Es primera condición, porque también para la Revolución es primera condición la incorporación del pueblo y su orientación.
El Partido verdadero Marxista-Leninista del proletariado, si no está metido en el pueblo, unido con él, no sería capaz de dirigirlo ni en las orientaciones que le dé, ni en lo organizativo. Y las orientaciones hay que verlas en dos sentidos. La orientación tiene que ser 'precedida por un proceso de elaboración, de interpretación, de análisis y de creación. La orientación va canalizada a través de las líneas y tareas concretas, que en cada momento determinado son las más consecuentes y necesarias para el avance de la Revolución. La orientación se basa en una estrategia general, pero al mismo tiempo en cada momento determinado, esta estrategia no basta por si misma para la aplicación en concreto. Para esto se necesita que esta estrategia político-militar consecuente sea aplicada con determinadas medidas, con determinadas formas, incluso hasta con cambios en las formas y métodos de organización en momentos determinados, para que ayude a avanzar a la Revolución, haciendo avanzar las etapas en la estrategia político-militar.
Esto necesita una elaboración constante y esta elaboración constante y en primer lugar, del conocimiento real y exacto de una situación. Eso sólo lo puede obtener el partido si está junto al pueblo; porque sólo así, el partido está sintiendo la temperatura del pueblo, su grado de disposición en cada momento, no de un año o seis meses atrás, sino que en cada momento, su grado de disposición, su capacidad de organizar las fuerzas, etc. Lo mismo que el conocimiento de las fuerzas enemigas. Eso indica que se requiere la elaboración creadora sobre la base del análisis Marxista-Leninista, no sólo de la realidad general del país, sino de la realidad concreta del momento. Se requiere esa elaboración de parte del Partido del Proletariado.
Eso sólo es posible llevarlo a cabo con el conocimiento real del pueblo y si nosotros no estamos ligados, o sea unidos al pueblo, eso no es posible y aquí hay una cosa importante, que es elemento clave, si para poder hacer una buena línea se necesita el conocimiento real de la situación, se necesita estar fundido con el pueblo. ¿Cuál es el canal básico que nos permite a nosotros ese conocimiento? El elemento clave es la CELULA, la célula metida dentro del pueblo, dentro de la fábrica, dentro de las universidades, dentro de los refugiados, dentro de las unidades de combate, dentro de los poderes populares. Esto le permite al partido conocer mejor la situación de las masas para poder elaborar la línea. Una dirección que no esté fundida con el pueblo (yo uso la palabra „fundida" en el sentido de que no sólo acercada, sino que metida propiamente en el pueblo), un partido que no esté metido dentro del pueblo es un partido cuya dirección está separada del conocimiento de la realidad objetiva.
Puede suceder lo siguiente: remitirse exclusivamente a la teoría, a los libros, es decir comenzar a crear la línea desde su cabeza, desde el cerebro aparentemente Marxista-Leninista, sin tener frescos los elementos de la realidad del momento concreto y entonces convertirse en una dirección burocrática y en una dirección dogmática. Por eso se necesita el conocimiento concreto en cada momento determinado, y eso sólo puede hacerlo eficazmente, apoyándose en las células. Por eso el Partido Marxista en desarrollo que no tenga células, no es un verdadero Partido Marxista-Leninista. Ese puede ser un partido de cuadros, puede ser un partido de organismos dirigentes que se están sancochando en su propia salsa, pero no es el verdadero partido Marxista-Leninista del proletariado. Naturalmente que no son las células el único canal de conocimiento para una dirección verdadera, sino también todo el trabajo conjunto de comisiones, equipos, equipos especializados, de información, de análisis, etc. Pero sin células dentro del propio pueblo no es posible el conocimiento completo.
El partido que no tiene células, no tiene capacidad de elaborar líneas verdaderamente ajustadas a la realidad; partido que no tiene el conocimiento real de cómo va el pueblo, de su punto de vista avanzado y retrasado, y también de las disposiciones del enemigo, de su verdadera fuerza real, etc. para elaborar una línea en favor de los intereses del proletariado y del campesinado en cada momento determinado, puede convertirse en un partido burocrático, en un partido dogmático, en una dirección dogmática; es decir que domine bastante, que „se defienda" con el Marxismo, con la teoría del Marxismo, pero que no' puede aplicarlo a la realidad en concreto. Y de esos Marxistas, de esos partidos, tenemos ' montón.
Hay preciosidad de gente que domina bastante el arte de elaborar documentos „Marxistas", pero que no reflejan la realidad y que no da buena línea, sino que alimentan posiciones erróneas. Para la difícil labor de la elaboración de líneas y tareas se necesita: el conocimiento real del pueblo y del enemigo, y para eso es necesario estar profundamente metido en el pueblo, el nos trae también el conocimiento de informaciones sobre el enemigo para que nosotros podamos conocerlo. Además debemos meternos dentro de la tropa enemiga, en aquellos lugares donde hay pueblo que está ciñendo al enemigo, allí es necesario hacerlo, es obligatorio.
Pero no basta con la elaboración, sino que se necesita llevar esta línea a que la aplique el pueblo, porque esta línea no es sólo para el Partido, no es sólo para sus cuadros, sino que esa línea, SI NO LA TOMA EL PUEBLO en sus manos y si no la hace realidad viva, entonces no hace avanzar la revolución. Precisamente por eso es que el pueblo es el actor de su propio destino, Revolución. Entonces, esta línea no es sólo para que la quedemos mascando nosotros en la Dirección o en nuestros cuadros, sino que es una línea para aplicarla por el pueblo. Si el pueblo no acoge esa línea, por muy brillante que sea, no es una línea que esté de acuerdo con las necesidades y realidades del pueblo, no es una línea correcta, aún cuando tenga una gran cantidad, un gran porcentaje de corrección. Por eso una línea debe elaborarse sobre la base del conocimiento que sólo lo podemos adquirir en -la entraña del pueblo.
Vemos pues que esa línea, extraída del conocimiento del pueblo y procesada con el Método Marxista, hace llegar nuevamente al pueblo para su ejecución, es decir es el pueblo el realizador de su historia.
Y en tercer lugar, los resultados de esa línea, al calibrarla si ha sido correcta o no, sólo la puede dar el pueblo, la práctica del pueblo. Entonces viene un tercer ciclo, que es la reelaboración sobre la base del conocimiento de cómo está siendo aplicada y cómo „ha pegado" en el pueblo y porqué. Así es cómo el verdadero partido Marxista puede ir elaborando una teoría cada vez más adecuada en cada momento. No es ya sólo una línea general, sino que me estoy refiriendo a la línea política que tiene que realizarse en cada momento determinado, cuya ejecución va en función de una estrategia político-militar general. Es importante hacer notar que el proceso de síntesis de opiniones tiene que hacerse con el arma proletaria del Marxismo-Leninismo, para saber recoger las opiniones de la ¡masa que permiten interpretar el momento y avanzar, pues algunas opiniones expresan sentimientos de las masas con grandes retrasos y confusiones políticas.
Ahora bien, cuando decimos fundirnos con el pueblo, es una condición indispensable 'para poder dirigirlo y poder organizarlo; porque son dos cosas indispensables. La orientación continua y la organización del pueblo: porque espontáneamente el pueblo no puede actuar de manera eficaz. Es necesario que se organice en las formas diversas, más asequibles y consecuentes para que pueda incorporarse al gran torrente de la revolución.
Pero cuando decimos fundirnos, eso no quiere decir que partido y masas es una sola cosa. Es necesario tomar en cuenta esta diferencia. Lenin decía: „El Partido no debe diluirse en las masas", porque nosotros sabemos que hay masas avanzadas y hay masas atrasadas y dentro de las masas avanzadas hay personas capaces de dar el salto hasta llegar a la ' calidad de miembro del partido y la inmensa mayoría no. Entonces entre el Partido y masas se establece una relación dialéctica, el partido debe estar fundido con las masas, pero el Partido es su vanguardia, tiene una calidad superior que le permite dirigirlas.
Ustedes saben que la masa se divide en tres sectores: Un sector avanzado que es donde el Partido fundamentalmente se apoya. La gran masa es una masa no avanzada pero no es una masa reaccionaria. Podríamos decir que es una masa a ganar. El Partido gana esa masa a través del trabajo del sector avanzado en el cual se organizan las redes de trabajo, los prepartidos, los activistas, para en total poder ganar la gran masa e incorporarla.
Y hay un tercer circulo de masas muy pequeño, que es reaccionario; que ya está ganado por el enemigo, pero en esto hay relatividad. Hay sectores que están engañados. Hay reaccionarios y dentro de los reaccionarios hay sectores que pueden ser ablandados, neutralizados e incluso hacerlos pasar a otro escalón.
No es útil en ninguna forma, ni conveniente que la gran masa sea considerada como parte del partido, o lo que es más, que el partido diluya sus fronteras. Porque el partido lo que hace es incorporar a sus filas a lo más avanzado, revolucionario, patriota de la revolución. Lo eleva a través de un proceso de colaboración, de aspiración, de práctica viva y en ascenso, a través de un proceso para que dé un salto a esta frontera.
El Partido esta compuesto sólo por miembros y esa es la frontera. La membresía del Partido establece íntima unión con los sectores intermedios y de neutralización de los sectores reaccionarios. El Partido no puede diluirse con la masa, porque entonces no tendría la calidad para poder dirigirla.
Ser miembro del Partido significa un salto de calidad revolucionaria enorme, porque pasa a ser precisamente miembro de este organismo de superior calidad que debe ser capaz de dirigir a toda la masa y de fundirse con toda la masa. Por eso la palabra fundirse en este caso no debe entenderse como diluirse: Fundirse es estrecharse inseparablemente con la masa para poder dirigirla, pero no diluir la calidad de partido Marxista con la calidad de masas, porque entonces no estaría en capacidad de dirigirla y más que todo caería bajo el influjo de las partes atrasadas.
Es decir, si el Partido se diluye con la masa, lo que resulta es que el Partido se pone a la cola de las partes retrasadas y entonces comienza a entrar el economisismo, hace buenos enfoques cortos sobre las necesidades inmediatas: pero no sobre lo revolucionario; comienza a cortar la misión del Partido porque creyendo que está interpretando a las masas y lo que está interpretando son sólo los intereses inmediatos necesarios de las masas, sus intereses de corto plazo sin ligarlos a los intereses generales de la Revolución. Actualmente en las alianzas, por si solas, no pueden pensar en la Revolución como un proceso hacia el socialismo. Algunas organizaciones incluso consideran necesaria la eternización del régimen burgués, y sólo el verdadero Partido del Proletariado con su doble visión, la visión de los intereses fundamentales revolucionarios del proletariado y del pueblo y la visión de sus intereses inmediatos, combinándolos correctamente, va a poder dirigir a esa masa en sus distintos escalones, porque es necesario ganar a las masas, pero no ponerse a la cola de ella.
Por eso es que nosotros sostenemos que otra parte de esto es lo siguiente: que las masas no deben de ser tratadas con malos métodos; deben de ser organizadas, orientadas sin considerarlas como que las masas fueran parte del Partido y como que automáticamente el Partido pueda dirigirlas, como se está dirigiendo a una célula: los sindicatos, las organizaciones gremiales, las organizaciones populares no son células del partido, no pueden ser tratadas así por una dirección, ni son tampoco unidades militares. A un sindicato, uno no puede decirle: „Póngase firmes, hagan formación, marchan para allá o para acá". Puede hacerse con un grupo de autodefensa de un sindicato. Pero el sindicato es el que debe de procurarse que lo compongan hasta las capas más lejanas, incluso las masas retrasadas y que todos ellos se incorporen a la huelga por aumento de salario, etc., porque ese es el medio que nosotros logramos para que avancen hacia el conocimiento de la revolución.
Y nosotros haríamos mal si quisiéramos estrechar los círculos del sindicato exclusivamente a los elementos más avanzados, a aquellos que pueden tirarse a hacer barricadas. Debemos lograr que, ya sea un sindicato o cualquier gremio o cualquier organización popular, profundicen hasta llegar a los escalones más retrasados de sus propios sectores.
Si queremos dirigirlos con métodos como que fueren organismos de partido, estaríamos impidiendo su desarrollo y. llevando a cabo una línea realmente sectaria y nos quedaríamos sólo el grupito de activistas y de cuadros más avanzados.
Nosotros tenemos que darle todo el desarrollo a las organizaciones de masas: su propia dinámica, su propia personalidad, su funcionamiento, su propia dirección. No podemos dirigirlos automáticamente por el partido, sino a través de otros mecanismos. ¿Cuáles son esos mecanismos? y aquí es donde vienen a ponerse de relieve otra vez el papel de eslabón clave de la célula, como uno de los mecanismos que tienen que dirigir concretamente a las masas, precisamente para no caer en las formas mecánicas de dirección o de considerar que se pueden dirigir con sólo dar una orden.
Por eso precisamente un Partido no tiene capacidad de dirección de masas, si no tiene células. Pueden buscar otras formas orgánicas que aparenten sustituirse a la célula, pero al final de los finales, el Partido comprobará sus retrasos, de que no puede dirigir correctamente a las masas sin las células, porque las células son las que están viviendo adentro de los trabajadores, porque la célula en último término, tiene que estar compuesto por los trabajadores más avanzados; la célula sufre la explotación, platica con los trabajadores más avanzados, más atrasados, trabaja con ellos, come con ellos, comenta con ellos, con todos los demás trabajadores, es la que está fundida tanto en fábricas, en fincas, en institutos, en escuelas, en empresas, etc. etc. con la propia masa. Y en segundo lugar, la otra vía correcta es el trabajo abnegado de los cuadros, de cada uno de los miembros del partido adentro de las masas, que se conviertan en ejemplo por su abnegación, por su espíritu de sacrificio, por la calidad de la línea, porque todos acudan a ellos a preguntar, porque son los que tienen la respuesta clara de los problemas, a las inquietudes, a las necesidades de esa masa.
En los sindicatos eso se ve con bastante claridad. Hay trabajadores que van comenzando a acercarse a un compañero: mira y cómo crees vos que podríamos hacer en este caso, y así el compañero se va convirtiendo prácticamente en consultor natural involuntariamente y resulta que los compañeros que tienen más claridad vienen siendo los compañeros de célula. Por eso es que la célula es precisamente el primer eslabón de la dirección del partido en la masa. Por ello, lo ideal es que la célula esté dentro de la masa.
La buena dirección puede ejercerse entre la masa por el trabajo más avanzado, por la claridad, la conciencia, el espíritu de sacrificio, los buenos métodos de trabajo, el ejemplo, la línea concreta y acertada.
Por tanto, las FPL como organización politico-militar no puede ni debe adjudicarse la representación de organizaciones que deben tener su propia personalidad ante las masas para poder ganar a todos los sectores más explotados. Además si nosotros en estos momentos de la guerra decimos que el Bloque Popular Revolucionario es las FPL, estaríamos obligando a esa organización a que no pueda trabajar en escalones de trabajo abierto. El enemigo la trataría exclusivamente como trabajo militar dentro de las masas. Por eso, uno de los acuerdos tomados por el FMLN de que las organizaciones político-militares representen en sí a los gremios y organizaciones populares de masas, es sumamente dañino y erróneo y lo rechazamos categóricamente.