Guillermo Lora

 

Abusan de la ingenuidad de algunos jovenes

(Carta a "Presencia" de La Paz)

 


Redactado: Bolivia, 26 de junio de 1962.
Publicado por vez primera: Enviado al periódico Presencia de La Paz - Bolivia; luego apareció en el folleto de Guillermo Lora, Respuesta a la burocracia, 1963.
Fuente de la versión digital: Partido Obrero Revolucionario, Sección Boliviana del CERCI, http://www.masas.nu.
Esta edición: Marxists Internet Archive, febrero de 2011.  


 

 

26 de junio de 1962.

Señor Director:

Encarezco la publicación de la siguiente respuesta a las solicitadas de Mario Tórres y de otras personas, que "Presencia" ha registrado en sus páginas:

1.- Se explica que "La burocracia sindical y la masacre de Siglo XX" hubiese obligado a los burócratas a reaccionar violentamente, pues toda la llaga de la dirección lechinista. La "Célula Minera" del Movimiento Nacionalista Revolucionario insinúa que estuviese comprendido en los planes del ministro de Gobierno y sostiene que mi folleto es el resultado de una reunión en el "despacho" de dicho ministro.

La verdad es la siguiente: hace algunos días que fui apresado por Control Político y posteriormente conducido por el señor Artieda ante el ministro de Gobierno, el que me sometió a un interrogatorio acerca de mis actividades políticas.

En mi vida no es la primera vez que me ocurre un accidente de tal naturaleza. Los militantes del movimientismo tienen todas las puertas abiertas para preguntar a su compañero de partido si algo más se trató en esa oportunidad.

Estoy orgulloso de ser un "revolucionario insobornable". Jamás he pedido favor alguno a los gobernantes, menos a los actuales, que para mí son enemigos del país y de los trabajadores.

Si se cree que el folleto "La burocracia sindical y la masacre de Siglo XX" guarda relación con mi último apresamiento, ¿por qué no se aplica el mismo criterio al que lleva por título "Las guerrillas (La concepción marxista contra el golpismo aventurero)" y que ha aparecido dos o tres días antes del primero? Si se diera crédito a las suposiciones de la "Célula Minera" se tendría que concluir que el ministro de Gobierno se ha convertido en un "conspirador extremista".

Parece que se ha perdido el sentido de las proporciones. Las posiciones y teorías revolucionarios no pueden ser vendidas o alquiladas. Las ideas que le sirven de fundamento no pueden ser útiles al enemigo de clase.

Se da a entender que mi deber es contribuir a la superación de la crisis interna del Movimiento Nacionalista Revolucionario. Mi tarea es otra: liquidar al Movimiento Nacionalista Revolucionario como dirección política. El país sabe bien que tanto Víctor Paz, Arze o Lechin no representan más que diversas facetas de la misma calamidad, el desgobierno movimientista.

Comprendo y disculpo a los jóvenes que han sido obligados a tomar el nombre de "Célula Minera". Ignoran los detalles del problema que se está discutiendo, desde el momento que no intervinieron en los acontecimientos de 1949 y no tienen más remedio -si quieren conservar sus actuales privilegios- que obedecer las órdenes de Tórres. Estoy informado que muchos de ellos ni siquiera han leído el documento del que resultan responsabilizándome.

2.- Se ha publicado copia de un recorte periodístico en el que se lee que el congreso minero de Telamayu aclaró la compra de un automóvil de la empresa Aramayo por Tórres. Esa información es inexacta.

Pedí la expulsión de ese dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia por haber comprobado que dicho dirigente cometió ese delito. La reunión no consideró nada porque Juan Lechin informó que Tórres hacia sido enviado a Catavi a cumplir cierto trabajo sindical y que en ausencia no se lo podía juzgar.

3.- Es comprensible el tono violento con el que se me ataca; se piensa que la calumnia temeraria puede destruir el contenido acusatorio de mi folleto.