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Che Guevara Presente: Una antología mínima

 

A Carlos Franqui

 

Esta carta fue escrita como respuesta a la publicación en Revolución de un suplemento especial con fotos titulado “Che en el Escambray: Diario de una Invasión” el 24 de diciembre de 1962. Esta carta fue publicada el 29 de diciembre de 1962 en Revolución.

Compañero Carlos Franqui
Director Periódico Revolución
Ciudad.

Compañero Franqui:

No me gustó el rotograbado del otro día; permíteme que te lo diga con toda franqueza y te diga el porqué, aspirando a que estas líneas se publiquen como una “descarga mía”.

Dejando de lado pequeñeces que no hablan bien de la seriedad del periódico, como esas fotos con grupos de soldados apuntando a un supuesto enemigo y el ojo virado a la cámara, hay errores fundamentales:

1) Ese extracto de diario no es enteramente auténtico. La cosa fue así: me preguntaron (aún durante la guerra) si había llevado un diario de la invasión. Yo lo hice pero en forma de notas muy escuetas, para mi uso personal, y no tenía tiempo en aquellos momentos de desarrollarlo. De eso se encargó (no recuerdo ahora en qué circunstancias) un señor de Santa Clara que resultó ser bastante “picúo” y quiso agregar hazañas mediante adjetivos.

El poco valor que pudieran tener esas cuatro notas, acaba cuando pierden autenticidad.

2) Es falso que la guerra constituyera para mí una cosa de segundo orden por atender al campesinado. En aquel momento ganar la guerra era lo importante y creo haberme dedicado a esa tarea con todo el empeño de que era capaz. Después de entrar al Escambray, di dos días de descanso a una tropa que llevaba cuarenta y cinco días de marcha en condiciones extremadamente difíciles y reinicié operaciones tomando Güinía de Miranda. Si se pecó de algo, fue al contrario; poca atención a la difícil tarea de bregar con tanto “come vaca” como estaba alzado en esas dichosas lomas y muchos buches de bilis que costaron Gutiérrez Menoyo y su cuadrilla que tuve que tragar para poder dedicarme a la tarea central: La Guerra.

3) Es falso que Ramiro Valdés fuera “cercano colaborador del ‘Che’ en asuntos organizativos” y no sé cómo pudo pasarte eso, como director, conociéndolo tan bien.

Ramirito estuvo en el Moncada, preso en Isla de Pinos, vino en el Granma como teniente, ascendió a capitán cuando yo fuera nombrado comandante, dirigió una columna como comandante, fue segundo jefe de la invasión y luego dirigió las operaciones del sector Este, mientras yo marchaba hacia Santa Clara.

Considero que la verdad histórica debe respetarse; fabricarla a capricho no conduce a ningún resultado bueno. Por eso —y ser actor de esa parte del drama— me animó a hacerte estas líneas críticas que quieren ser constructivas. Me parece que si hubieras revisado el texto podrían haberse obviado los errores.

Felices pascuas y un próximo año sin muchos titulares de impacto (por lo que ellos traen) te desea,

Che

 


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