Indice del libro

 

José Díaz Ramos

Tres años de lucha

 


Edición impresa: José Díaz, Tres años de lucha, Editions de la Librairie du Globe, París 1970.
Versión digital: Koba, para http://bolchetvo.blogspot.com.
Transcripción/HTML para el MIA: Juan R. Fajardo, nov. 2009.
Formato alternativo: PDF por cortesía de http://bolchetvo.blogspot.com.


 

 

¡Mano dura contra los saboteadores del triunfo de la República y del Frente Popular!

Discurso pronunciado en el Cinema Europa, de Madrid, el 26 de junio de 1936

 

 

Camaradas:

Nuevamente es una organización de la Unión General de Trabajadores la que da un paso más en el camino de la unidad, con la organización de este mitin; el Congreso de la Federación de la Edificación ha demostrado, al organizar este acto, cuál es su posición y orientación hacia la lucha de clases.

Examinando la situación actual en España, como consecuencia del triunfo del 16 de febrero y de los acontecimientos acaecidos posteriormente, hay que tener en cuenta, en todo momento, las necesidades del proletariado, principal artífice de aquella victoria. Por las blanduras observadas con los reaccionarios, éstos se envalentonan y hasta se atreven ya a hablar públicamente, como en Málaga, y tratan de celebrar una asamblea de agrarios en Madrid, y si pueden colocarse a la ofensiva y amenazarnos continuamente con el golpe de Estado, es debido a que no se les han asestado después del 16 del febrero golpes duros.

Las huelgas de la Construcción. Madera y Sastres de Madrid, si es posible que continúen, es porque la Patronal quiere llevar la desesperación a los trabajadores, para que después éstos, en un acto de desesperación, se lancen a la calle y creen una situación difícil, haya choques con las fuerzas del Gobierno y que la reacción pueda decir: “¡Ahí tenéis lo que es el Bloque Popular!”

¡A la cárcel los patronos facciosos!

No comprendo cómo, habiendo una cláusula en el Pacto del Bloque Popular que habla del mejoramiento del salario, no se aplica rápidamente; hay que dar un ejemplo en Madrid, con toda rapidez; lo necesita el proletariado. Hay que imponer a la patronal las bases presentadas por los obreros, y si se resiste, ¡vamos a ver si es posible que un día amanezca la cárcel de Madrid llena de patronos! Podrá haber alguien que diga que ésta es una medida extremista, pero no es así, sino que es simplemente una medida de defensa de las conquistas del 16 de febrero. No debe tener el Gobierno ninguna clase de reparos en tomar medidas de esta naturaleza, ya que no le falta apoyo, pues ningún gobierno en España ha tenido el apoyo que tiene éste y tuvo anteriormente el del señor Azaña.

¡Salvar la cosecha!

La ofensiva de la reacción se libra no sólo en las ciudades, sino también en el campo. Sabemos todos que este año hay una mala cosecha y quieren aprovechar este hecho para que no se recoja ni un grano de trigo para crear un estado de hambre, miseria y desesperación en las ciudades y en el campo, es decir, que los que se dicen defensores y amantes de España cometen, en este momento, un delito de lesa traición. No estamos dispuestos a sufrir las consecuencias de esta actitud; antes de que la cosecha se pierda hay que organizar la recolección, contribuyendo a ello, en primer lugar, los trabajadores, y esta lucha ha de representar una labor de salvación y de mejoramiento de las condiciones de vida de los obreros agrícolas y campesinos. Es el frente único de los trabajadores, es el Bloque Popular, quien debe cortar estos propósitos criminales de la reacción.

Contra la evasión de capitales

Los patronos no sólo llevan la ofensiva en la ciudad contra los obreros, no sólo realizan esta labor inicua en el campo, sino que han aprovechado todas las ocasiones para sacar sus capitales de España. Mucho dinero ha salido por las fronteras; los propietarios se llevan su dinero a Francia y a otros países extranjeros, y si no se ha cortado esta evasión de capitales de raíz se debe a que, cuando se ha cogido al primero que intentaba pasar de contrabando capitales, no sólo no se le ha quitado lo que intentaba pasar, sino que no se le ha dejado en condiciones de que, si al día siguiente quería comer, tuviese necesidad de trabajar. De haberse tomado esta medida, no habría evasión de capitales en España.

¿Quiénes llevan a España a la catástrofe?

Hacen toda clase de especulaciones para que baje la peseta. No es una cosa nimia conocer, vosotros y nosotros, quiénes son los que intentan llevar a España a la catástrofe, porque es preciso desenmascarar a esos que se llaman defensores de España y en realidad laboran por su ruina, para que hasta un niño pequeño los pueda señalar como enemigos de nuestro país y aislarles; para impedir que sigan teniendo la influencia que aún tienen en algunas partes y para que, comprendiendo que esos enemigos no representan más que un diez por ciento de la población, se tomen cuantas medidas sean necesarias contra ellos, terminando de este modo la situación confusa en que vivimos.

Estos enemigos del pueblo tienen en sus manos el Banco de España. No comprendo cómo el Gobierno no controla este banco; más aún, cómo no dispone de los millones que maneja para, en vez de servir de fondo de maniobra al servicio de ese nido de reaccionarios, que en él se agazapan para lanzar sus tiros contra el régimen, sean destinados a salvar de su terrible situación a la economía nacional y con ello al pueblo de España.

Creo que interpreto el sentir de las masas populares, o cuando menos, el del proletariado, que está dentro del Bloque Popular, al preguntar al Gobierno qué espera para tomar las medidas necesarias contra estos elementos, y qué va a hacer también cuando estos elementos opongan resistencia a estas medidas. Yo digo que, en lo que se refiere a la concentración de los agrarios en Madrid, el Bloque Popular, como tal Bloque, debe hablar con el Gobierno para que impida tal concentración, pues si durante el bienio negro la concentración de los agrarios catalanes se convirtió en una jornada antifascista, sería una vergüenza si en la actual situación pudiesen celebrarse esas concentraciones. Si el Gobierno no lo impide -yo estoy seguro de que lo impedirá-, habrá llegado el momento de pensar en apretar bien las filas del proletariado, única fuerza de salvación en el último momento, pues el proletariado no está dispuesto a que pueda facilitarse la vuelta al Poder de los Gil Robles-Lerroux.

Incautación por el Estado de las empresas que se cierren

El cierre de minas y de fábricas es un constante sabotaje contra las masas populares y, en especial, contra el proletariado, y si se cierran las minas y las fábricas, el Gobierno tiene la obligación de hacerlas funcionar en defensa de la producción y de la economía nacional, poniéndose de acuerdo para ello con los sindicatos obreros. Estos tienen capacidad más que suficientes para hacerlas producir, pues tienen en su seno, a quien maneja las herramientas y conoce el proceso de la producción. Haciendo esto, la reacción no podrá aprovecharse de este sabotaje continuo. Si el Gobierno no lo comprende, se lo tiene que hacer comprender el Bloque Popular, y especialmente el proletariado,

¿De dónde sacar el dinero?

Hay una cuestión que el Gobierno se plantea siempre: “No hay dinero. Han dejado a España en una situación muy difícil.” Dinero lo hay, y en abundancia; lo que ocurre es que está concentrado en manos de unos cuantos ricachos, y el problema está en hacer circular esta riqueza, por medio de un impuesto progresivo o por los medios que sea, logrando arrancar de esta manera de manos de la reacción esta arma tan poderosa. Hay que expropiar esas grandes riquezas, para dar de comer al pueblo, para que se cultive la tierra, y esto no es una medida socialista ni comunista, de un régimen donde el proletariado esté en el Poder, sino una medida obligada si se quiere consolidar la República para que se pueda decir que es una república verdaderamente del pueblo, de los trabajadores. Y si no se quiere caer en los mismos errores de la República de 1931, hay que tener en cuenta las experiencias que se derivan de aquel período, y si los republicanos no las tienen en cuenta, las tendrá el proletariado, para que si llega el momento, los obreros puedan decirles: “Vosotros nos lleváis por un camino que no nos da lo que necesitamos; nosotros, reforzando el Frente Único y las Alianzas, nos basaremos en ellas para desarrollar nuestra acción y resolver y todos los problemas que plantea la situación.”

Por qué hay huelgas

Hoy se lleva una campaña en algunos periódicos contra las huelgas, diciendo que éstas perjudican. A ello hemos de contestar que los trabajadores no declaran huelgas por sport, sino porque es el único medio de conquistar sus reivindicaciones; tendríamos que brindar el ejemplo de Francia, que en pocos días ha hecho extensiva a todos los obreros la semana de cuarenta horas. Este es el camino que hay que seguir en España, donde hay una situación de avance mayor que en Francia, y el Gobierno debe dar un decreto que diga: “Queda implantada la semana de cuarenta horas para todos los trabajadores.” La conquista de la semana de cuarenta horas nos da la posibilidad de conquistar nuevas rebajas en la jornada de trabajo, aumentar los salarios, consolidar nuestras posiciones y luego marchar hacia adelante. (Aplausos.)

Lucha por la unidad orgánica y política

En esta situación, hemos de desarrollar el Frente Único de los trabajadores, en condiciones de hacer frente a los enemigos de la clase obrera, para arrancar a la patronal las reivindicaciones de la clase obrera de Madrid. Ahora más que nunca, se necesita que el proletariado, trabaje por su unificación política y orgánica en España, por un solo partido del proletariado.

Es necesario estrechar las relaciones entre los partidos que deben unificarse, que deben compenetrarse bien en las cuestiones fundamentales que tiene planteadas la revolución para que, como consecuencia de esa compenetración, podamos decir que, en España, sólo hay un Partido del proletariado que agrupa en su seno a lo más escogido de la clase obrera. En esta labor de unificación hay que comprender que en lo que se refiere a la lucha de clases, a la no colaboración con la burguesía y otros puntos importantes, los partidos más compenetrados son el Partido Comunista y el Partido Socialista. Dentro del Partido Socialista hay una mayoría que comprende más esta necesidad.

La misión del Bloque Popular no es sólo parlamentaria

Unas palabras sobre el Bloque Popular. No es posible considerar a éste, en la situación que tenemos en España, como una coalición exclusivamente parlamentaria; no hará gran cosa el Bloque si se limita al trabajo parlamentario; debe ser también un frente extraparlamentario. Los Bloques Populares locales y de tipo nacional deben plantearse en primer lugar lo que se refiere al cumplimiento del pacto. Es necesario que sean el Bloque Popular y las fuerzas proletarias quienes se movilicen para su cumplimiento en el campo y en la ciudad, y ayudar al Gobierno empujándole, porque si no se le empuja hay el peligro de que se pare y esta parada sólo será perjudicial para el proletariado; necesitamos que el Gobierno marche, para impedir que la patronal declare conflictos por cuarenta o cincuenta días.

Unas palabras en lo que se refiere a los pesimistas que no ven salida a la situación, que consideran que vamos diariamente hacia el fascismo; hay que decides que no hay que ser tan pesimistas, pues si ellos lo son, es porque no tienen fe en el proletariado; cuando hemos creado las condiciones actuales en un momento tan difícil como fue el que siguió a octubre y el proletariado derrumbó al Gobierno del bienio negro, no hay que sentirse pesimistas. Tened confianza en el proletariado, porque por muy confusa que esté la situación, el proletariado será el que dirá la última palabra en beneficio de su clase y de todo el pueblo.

(Gran ovación y vivas al Frente Único y al Partido Comunista.)