Pronunciado: El 24 de octubre de 1972.
Versión digital: Eduardo Rivas, 2015.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 4 de
febrero de 2016.
Estimados compañeros:
Para mí es grato, en presencia de los compañeros y amigos Ministros de Obras Públicas, Economía y Trabajo, del Sub‐Secretario de Transportes y ustedes, integrantes y dirigentes de un sector de transportistas, firmar este Decreto, que da vida a una Comisión bipartita, que integrarán representantes de los Ministros de Trabajo, Economía y Sub‐Secretario de Transportes y trabajadores de la Confederación Nacional de trabajadores del Transporte.
Me parece muy satisfactorio, que nombremos esta Comisión bipartita.
Pero además expreso mi agrado porque ello implica un diálogo entre ustedes, que tienen determinadas e importantes actividades en el Gobierno. Esto señala que ustedes han comprendido, cuál es y cuál será siempre la actitud nuestra, la de buscar en la conversación, en el diálogo, la solución justa de los problemas que le atañen a los gremios. Y digo a los gremios porque indiscutiblemente los problemas sindicales son tratados de acuerdo con normas establecidas en el Código del Trabajo y además los Sindicatos más importantes están dentro de la Central Única de Trabajadores, y nosotros hemos buscado y buscaremos una solución común a los problemas de las remuneraciones, a los beneficios previsionales a las expectativas de beneficio social, como descanso, recreación, veraneo, turismo interno etc.
Además de eso, están los gremios que tienen los problemas propios de sus actividades, en relación también con ingresos, sueldos y salarios, y que también tienen que tener otras expectativas y otros beneficios. Entonces, lo lógico es que en este país se vaya formando un criterio tendiente a comprender la necesidad de que haya grandes agrupaciones que reflejen actividades similares, única forma de poder desarrollar una política de tipo nacional.
A Uds., choferes, inspectores, no les puede ser indiferente el conocimiento, por ejemplo, de que en la Administración Pública hay 168 grados diferentes; no les puede ser indiferente saber, que un profesional equis, de una empresa semifiscal, gana 6 veces lo que gana un profesional de categoría en el área fiscal; no les puede ser indiferente saber, por ejemplo, que un obrero del mismo Ministerio y de la misma sección de trabajo, un obrero de Obras Públicas en Aysén, tenía hasta este año una gratificación de zona de un 120%, y un obrero de Obras Públicas del Ministerio de Pascual Barraza -no es el Ministerio de él, que no se ilusione Pascual- (Risas); del Ministerio que sirve Pascual Barraza, un obrero en Magallanes no tenía gratificación de zona.
Los dos obreros trabajan en un mismo Ministerio; los dos trabajan en un mismo servicio. No se trataba de que uno trabajara en la Sección Agua Potable y el otro en Caminos. No, los dos trabajaban en Caminos es el ejemplo que estoy dando. Más acá queda Aysén que Magallanes.
El de Aysén tenía el 120% de gratificación de zona, el de Magallanes el 0%.
Y en las dos partes ‐es bueno aclararlo‐ existe franquicia aduanera. Porque alguien pudiera imaginarse que en Magallanes existe franquicia aduanera y en Aysén no. No, en Aysén existe franquicia aduanera, la misma que hay en Magallanes. Por lo tanto es una falla de concepción nacional de los problemas, y un absurdo tan evidente, como es evidente, por ejemplo, la desigualdad extraordinaria que existía en las Asignaciones Familiares, que nosotros hemos ido nivelando.
Antes que llegáramos al Gobierno, los campesinos, los obreros, tenían equis asignación Familiar, otra Asignación Familiar tenían los empleados públicos y las Fuerzas Armadas y otra Asignación Familiar tenían los empleados particulares.
Hoy hemos agrupado a obreros, empleados públicos, campesinos, Fuerzas Armadas, para que tengan una igual Asignación Familiar. Y quedan los empleados particulares, que tienen una Asignación Familiar más alta. El año 1974 todos tendrán la misma Asignación Familiar. Es lo justo ¿verdad? No lo hemos podido hacer en un año, lo vamos a hacer en dos, por razones fáciles de explicar.
Con ello he querido señalar lo que es una política que fundamentalmente tiene que estar basada en el diálogo y en la comprensión de los problemas de la gente. Por ejemplo, el caso de la previsión social el caso del fondo único de Asignación Familiar a que hice referencia, como va a haber el fondo único de Pensiones.
Pero eso tiene que ser explicado, que la gente lo entienda; que la gente comprenda que no se lesionan sus derechos, pero que las generaciones futuras van a tener expectativas que le den a todos beneficios reales, y no establecer a gentes con ventajas extraordinarias, mientras otros reciben una miseria.
Ya ven Uds. que durante años, por ejemplo, la viuda que tenía más de 45 años, tenía una pensión de viudez por un año.
No es que fueran muy galantes los Legisladores y pensaran que toda mujer sobre 45 años se iba a casar antes del año.
No, no, no. El hecho es que era una injusticia brutal, porque si tenía menos de 45 años, la señora no tenía pensión de viudez, y si tenía más de 45 años, su pensión era por un año.
Yo soy un gran admirador del sexo femenino, pero no es fácil que una mujer sobre 45 años, encuentre otro marido en 8 meses. (Risas).
Bueno, todos son aspectos distintos de distintas realidades. Pero en este caso hay una realidad que es la más importante. La actitud de Uds. A mí, como Compañero Presidente de la República, me merece una especial consideración y me merece destacar el hecho de que en estos momentos se haya logrado, a través de esta Comisión bipartita, encarar problemas de Uds. que seguramente han estado pendientes muchos años, y que es conveniente que sean dilucidados y resueltos.
Pero digo que este momento tiene una mayor significación, pero que lamentablemente estamos viviendo una etapa absolutamente anormal y extraordinariamente peligrosa.
Yo no digo que todos los gremios que han decretado un paro sean sediciosos. Y eso quiero que quede muy claro. Yo sé que los compañeros periodistas que están aquí, tomarán muy claramente y con precisión mis palabras. Repito, que yo no creo que todos los gremios que he decretado el paro, son sediciosos; pero sí sostengo que todos este paros son ilegales.
Y sostengo que se está haciendo un daño a Chile, increíblemente peligroso, en su economía y en la vida de la gente; sostengo que el paro de los transportistas no tenía base gremial seria, ninguna, ya que habíamos llegado a un acuerdo muy claro, 20 días antes ‐o 25 a lo sumo‐ con los transportistas, con los representantes de los auto buseros, los taxistas y los taxibusistas.
Y en el caso de los dueños de camiones, este acuerdo significó un alza de un 120% de las tarifas, estabilización del precio de la bencina, de los neumáticos, repuestos, y todavía un compromiso de aumentar las tarifas en un plazo de 90 días si había factores inflacionistas que justificaran esto. Vale decir, una extraordinaria comprensión de parte nuestra, más la entrega, con ventajas increíbles, de un número determinado de camiones. Uds. comprenden que es un privilegio excepcional, porque no se dan a precio del comercio y porque todavía se obtienen las ventajas crediticias para poder comprarlos.
A pesar de haberse arreglado así, yo tuve la obligación de decirle al país, que había un plan tenebroso en septiembre y que lamentablemente este plan, partía de la base de dividir al país en 8 sectores, atravesando máquinas en el Camino Longitudinal y crear toda las dificultades propias de eso.
Se lo dije al país, y agregué que teníamos otros antecedentes que después se comprobaron y que no es del caso repetir.
Vino el conflicto con los transportistas. Presentaron un memorándum, en que habiendo dos, tres, o cinco puntos gremiales, había puntos políticos. Los puntos gremiales hacía 20 días que habíamos dicho como se iban a encarar; hay una comisión permanente de transportes que preside, además, el Almirante señor Huerta, y por lo tanto han tenido todas las posibilidades para el diálogo.
Pues bien, se ha producido la solidaridad de gremios, cuando nosotros ‐el Gobierno‐ usamos la Ley; hemos acusado ante los Tribunales y los Tribunales han reconocido que los dirigentes transportistas habían cometido un delito penado por la Ley de Seguridad Interior del Estado.
Y cuando, 48 horas después, cierra el comercio, también hemos denunciado ante los Tribunales. Yo no puedo ordenar la prisión de nadie, yo denuncio ante los Tribunales.
Hemos presentado nosotros, 30, 40, 50 querellas, por ejemplo, frente a publicaciones de prensa denigrantes, insultantes, injuriosas contra el Presidente de la República, a los Ministros; incitando prácticamente a la sublevación. Y muchas veces no ha pasado nada, han quedado en libertad.
Aquí, por ejemplo, cuando hubo incidentes en las calles de Santiago, se han detenido a 600 y tantas personas en una semana. No quedó detenida ninguna de ellas. Quemaban neumáticos, quemaban fardos de pasto, de papeles; rompían los vidrios de las tiendas. No ha pasado nada.
Entonces nosotros hemos recurrido a la justicia, pero era tan claro el delito cometido, que la justicia los declaró reos, y entonces se declara la solidaridad de otros gremios.
Se propaga como una mancha de aceite este proceso, en que sostengo que hay gente equivocada, pero hay gente que está haciendo un juego distinto, porque ‐óiganlo bien, estimados compañeros y estimadas compañeras‐ en 4 días ha habido 32 sabotajes.
Les voy a leer, lo que por desgracia, me acaba de traer el Comandante Jefe de la Casa Militar.
“Personal de Carabineros y Ejército, que desmontaba explosivos colocados en Torre ENTEL, San Carlos, fue herido al desmontar el artefacto, resultando ‐sin confirmar‐ un Oficial de Carabinero grave, un Armero del Ejército grave, y Torre afectada en parte”.
¿Estas son reivindicaciones gremiales? ¿Esta es la manera de discutir los problemas de los trabajadores de los gremios?
¡Esto es sedición! ¡Esto es atentar contra Chile, su economía y su gente! ¡Esto es atentar contra la democracia que dicen defender! ¡Esto es atentar contra la libertad que dicen defender!
¡Esto es pretender derribar el Gobierno, que no lo van a derribar, porque yo tengo la lealtad de las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investigaciones, y tengo a un pueblo capaz, por su unidad, por su espíritu combativo, por su decisión de aplastar, junto con los instrumentos del Estado, a los sediciosos arteros y cobardes de este país! (Aplausos).
Y llamo arteros a los que proceden de esta manera. Y llamo cobardes a los que, en la sombra de la noche, amparados por la oscuridad, han sembrado de “miguelitos” los caminos de Chile, para destruir las llantas de los vehículos que transportaban leche, alimentos, mercaderías.
Porque han logrado crear un clima de desesperación en algunos pueblos, donde no hay posibilidad de acceso, porque no tenemos los transportes suficientes. Porque han creado una situación brutalmente delicada, inclusive en la distribución de medicamentos. Porque en este momento Chile está azotado en su economía, y lo que es más grave, en la vida de cientos y miles y miles de chilenos.
¿Qué pretenden? En el preciso momento en que se nos agrede desde fuera, en los momentos en que en Francia, en Holanda y, posiblemente en Suecia, se levantan querellas para que no nos paguen el valor de nuestra exportación de cobre, que necesitamos para comprar lo que no producimos nosotros, este momento se desata, y todavía, con la apariencia de defender ellos la Constitución, un movimiento que es ilegal, y que además tiene en los pliegues de algunos de los gremios, agentes que saben que están empujando una actitud sediciosa contra el Gobierno.
Por eso es importante que en este momento Uds., trabajadores del volante, choferes, busquen
en esta Comisión la solución de sus problemas, pero es más importante que demuestren conciencia, sentido nacional, patriótico. Porque si mañana esa gente no entiende, tendremos que requisar todos los camiones que sean necesarios y Uds. tendrán que ir a trabajar. Y sacaremos choferes de donde sea, ¡pero habrán transportes para entregarle alimento, medicamentos a la gente!
¡Habrán transportes para darle materias primas a las industrias, que no se van a paralizar!
Lo he dicho y los sostengo. Este país lo pueden paralizar sólo los trabajadores.
¡No ha habido ni un sólo sindicato en huelga! ¡No ha habido una industria paralizada! ¡El ejemplo de responsabilidad que han dado los trabajadores, nos llena de satisfacción y de orgullo! Solamente les hemos pedido que no salgan a la calle, les hemos dicho que no den motivos a una provocación. Han estado un día entero con los almacenes de comestibles cerrados, y no han asaltado un almacén. Están 10 días cerradas las tiendas, y no se ha asaltado una tienda.
Porque hay una conciencia política superior, que a los trabajadores les señala que lo que quisieran sus opositores es un enfrentamiento. Nosotros no tememos un enfrentamiento.
Somos los depositarios de la Ley y de la Constitución. Somos, además, los que tenemos ‐por el mandato de la Constitución misma‐ los instrumentos que permiten defender el Estado.
Y además la inmensa mayoría de los trabajadores está junto al Gobierno Popular, porque es un Gobierno de ellos; es un Gobierno de los Trabajadores.
Pero también, las cosas han llegado a un grado tal, que es bueno que se sepa que no vamos a permitir que se siga sacrificando a la gente, destruyendo la economía, poniendo en peligro la paz en este país.
Yo he tenido la tolerancia suficiente para el diálogo; he buscado el contacto, con todas las entidades; no me he negado, inclusive, a hablar con los que han declarado la huelga, la huelga solidaria.
Pero cuando uno tiene ya antecedentes como estos, es fundamental que se entienda que este Gobierno tomará dentro de la Ley, todas las medidas necesarias para terminar con este estado de cosas, que puede llevar al país al caos o a un enfrentamiento, que no tememos pero que no queremos. Y que yo trataré de evitar por sobre todas las cosas; no por nosotros, sino por Chile; no por los que estamos en el Gobierno, sino por Chile; no por nosotros, sino por el pueblo.
Y Uds., forman parte del pueblo y son esencialmente chilenos. Por eso, esta tarde, con profunda satisfacción destaco que el gesto de Uds., es además un gesto patriótico, que es la expresión de los que son los auténticos trabajadores chilenos, capaces de sobreponerse a las dificultades transitorias, para mirar con inquietud y con ansias de chileno, el futuro de la Patria que tenemos que edificar en trabajo, en esfuerzo, en sacrificio y en paz, para evitar que los gestores, los traficantes, los abogados del imperialismo, los sirvientes de intereses foráneos pretendan creer que este país les pertenece.
¡Este país le pertenece a los trabajadores que son el pueblo, en esfuerzo, en trabajo y en sacrificios!
Nada más, compañeros. (Aplausos)