Houzan Mahmoud

 

Devolver la esperanza a las mujeres de Irak

 


Redacción: Con ocasión de su presencia en París, invitada por la asociación Solidarité Irak, Mahmoud respondió a preguntas de Christian Grosz y Gilles Dilun para la revista Rouge, órgano de la hoy-difunta Ligue Comuniste Révolutionnaire de Francia, quien las publicó como "Redonner l’espoir aux Irakiennes. Entrevue avec Houzan Mahmoud, OLFI" , en su número 069  del 17 de junio de 2004.
Traducción: Del árabe al francés por Christian Groz y Gilles Dilun, 2004; del francés al castellano por Indymedia Bolivia, junio de 2004.
Fuente del texto: "2004 Las mujeres en Irak [Mahmoud]" en La Bataille Socialiste.
Esta Edición: Marxists Internet Archive, diciembre de 2012.


 

 

 

- ¿Cuál es la situación del pueblo irakí y principalmente la de las mujeres frente a las tropas de ocupación?

Houzan Mahmoud: La población se ve enfrentada a las fuerzas de ocupación, a las milicias islamistas y a los residuos de las fuerzas baasistas. La guerra ha provocado la caída del régimen de Saddam pero ninguna otra forma de gobierno le ha reemplazado. La vida y el tejido social han sido totalmente desorganizados. El pueblo carece de todo: alimentación, electricidad, cuidados sanitarios,…

Bajo el régimen baasista, las mujeres no estaban protegidas, pero habían conquistado derechos elementales: derecho a estudiar, derecho a trabajar; iban a la escuela y a la universidad. Desde el comienzo de la ocupación, están perdiendo esos derechos elementales. Algunas se ven obligadas a prostituirse.

Los islamistas se imponen por el terror. Disponen de un armamento importante y quieren hacer reinar un orden social reaccionario, basado en la charia, intentando desviar en su beneficio la cólera legítima de la población contra los ocupantes. Ya, en las ciudades del sur, obligan a las mujeres a llevar el velo. En Bassora, la charia se está imponiendo a la población. Es la ocupación la responsable de una situación que el país no había conocido nunca antes. El imperialismo ha invadido Irak, pretendiendo restablecer la democracia. En realidad, eso se ha traducido para los trabajadores, las mujeres y los parados en miseria, represión y torturas innobles decididas al más alto nivel de la administración Bush.

 

- ¿Cómo se ha creado la Organización para la libertad de las mujeres en Irak (OWFI)?. ¿Cuáles son sus objetivos?

H. Mahmoud: Constituida en junio de 2003, la OWFI cuenta con alrededor de 500 mujeres -y hombres- en Bagdad, con ramas en numerosas ciudades. Tiene por objetivo organizar a las mujeres en las fábricas, las universidades, los barrios, prioritariamente en los barrios más pobres. Organiza reuniones de formación, de discusión, mitines y manifestaciones. Las condiciones de seguridad son muy variables. Nunca se está segura de salir viva de un mitin. Militantes por la defensa de los derechos de las mujeres, como la dirigente Yanar Mohammed, son víctimas de una fatwa que las condena a muerte. La OWFI ha abierto casas de mujeres, residencias, en Kirkuk y en Bagdad, a fin de permitir a las mujeres maltratadas o amenazadas de muerte por su propia familia o las milicias islamistas encontrar una protección. A pesar de estas difíciles condiciones, el 8 de marzo, día internacional de las mujeres, un millar de mujeres han desfilado en Bagdad con banderas y pancartas rojas una de ellas representando una mujer con los cabellos flotando al viento. Sin embargo, oficialmente, el 8 de marzo no existe en Irak. ¡El Consejo de gobierno puesto en pie por las tropas de ocupación lo ha reemplazado por la celebración del nacimiento de Fatima Zora, la hija del profeta!.

 

- ¿Qué situación atraviesan las luchas sociales contra los ejércitos de ocupación?.

H.Mahmoud. Tras las sanciones económicas y desde la ocupación, hay muchísimos parados en Irak. El sindicato de parados, que reagrupa a alrededor de 130.000 personas, reivindica el derecho al trabajo y un subsidio de paro. Durante el mes de agosto, ha organizado una sentada de cuatro semanas frente a la sede de la autoridad ocupante en Bagdad, reprimida conjuntamente por la policía irakí y las tropas de ocupación. Recientemente, en Nassirya, los trabajadores han impedido a milicias islamistas que se apropiaran de las fábricas a pesar de las amenazas de muerte.

Son los empleos de las mujeres los más amenazados. En los bancos, donde son numerosas, se han organizado en sindicatos para defender sus empleos. El sindicato de parados y la Federación de consejos y de sindicatos de trabajadores han elaborado y defendido una propuesta de derecho del trabajo que garantiza a todos los derechos obreros (ocupación de fábricas, piquetes de huelga, pago de los días de huelga, etc.). Las huelgas son frecuentes en Irak (los trabajadores del cuero, de la Compañía de gas del Norte, de cigarrillos Al Nasir, etc), pero son totalmente boicoteadas por los medios. En Samawa, contrariamente a lo que dicen los medios que han reproducido las informaciones de la coalición, no eran los chiítas los que se manifestaban sino parados que exigían alimentación. Han sido asesinados por soldados de la coalición.

 

- Tú eres miembro del Partido Comunista Obrero de Irak (WCPI). Háblanos de tu combate político.

H. Mahmoud. El WCPI se constituye tras la primera guerra del Golfo, a partir de militantes marxistas leninistas. Ilegal bajo Saddam, ha abierto oficinas en la mayor parte de las ciudades tras su caída. No hay actualmente ninguna otra organización marxista que construya organizaciones de base de la clase obrera. El OWFI ha sido creado en su origen por tres mujeres del WCPI. Tenemos contactos en el extranjero con varias organizaciones de extrema izquierda, a veces con dificultades pues algunas tienen ilusiones sobre el papel progresista de los islamistas contra el imperialismo. Hoy, hay que organizar la solidaridad internacional con la clase obrera y el pueblo irakí. Es vital dar a conocer lo que ocurre realmente en Irak. Hay que dar esperanzas.

 

- ¿Cómo ves el futuro del pueblo irakí tras la salida de las tropas de ocupación?

H. Mahmoud. Espero que el movimiento progresista será suficientemente fuerte, que la clase obrera será suficientemente fuerte y esté suficientemente organizada para resistir a los islamistas e imponer sus propias soluciones. Incluso si es difícil para los trabajadores conseguir armas, el WCPI les ha animado a armarse para defenderse, contra los ocupantes pero también contra los terroristas islamistas y baasistas. Los grupos islamistas son reaccionarios, no progresistas. No quieren solución progresista en Irak. Tienen un profundo desprecio por los trabajadores y las mujeres. El pueblo irakí rechaza la ocupación de los EE.UU., pero la mayoría no quiere un estado islámico.