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Saturnino Paredes

 

Perspectivas y tareas del Frente Campesino

 

 


Primera publicación:  Formo parte del informe presentado por el autor al IV Congreso Nacional del Partido Comunista Peruano en 1962.  Luego circuló una versión mimeografiada en 1965, y finalmente se publicó en forma impresa como parte del libro de Saturnino Paredes, El trabajo en el frente campesino (Lima, Ediciones "Trabajo y Lucha", 1970) del cual se extrae el texto y las notas tal como aquí se presentan.
Digitalización: Juan Fajardo, 2009.


 

a. Perspectivas.

La agudización de las contradicciones en el campo y la imposibilidad de que la burguesía nacional débil, y vacilante, lleve a cabo la Reforma Agraria, permiten preveer que el movimiento campesino continuará en ascenso, toda vez que ha tomado como uno de sus principales objetivos la conquista de la, tierra y consiguiente su liberación de las diversas mas de servidumbre feudal. Y, sobre todo, tomando conciencia de que puede tomar la tierra por sus propios medios.

Posee el campesinado peruano magnificas condiciones para una lucha exitosa contra el latifundismo, condiciones que no poseen en igual grado los campesinos de otros países latinoamericanos, debido a que en el nuestro existe ya una larga tradición histórica cuyas raíces están en el pasado incaico. De otro lado, una tendencia muy arraigada en una gran mayoria del campesinado consiste en tener la convicción de que no son los actuales hacendados o latifundistas los verdarderos dueños de la tierra, sino que ella pertenece a los campesinos por razón histórica y porque todavía están frescas muchas usurpaciones cometidas por los terratenientes; una heroica tradición de lucha contra sus opresores, derivada desde los primeros tiempos de la conquista y demostrada también por que en las muchas sublevaciones campesinas que registra nuestra Historia, han perecido innumerables campesinos, pues, la población se diezmó notoriamente, sin contar con el regimen brutal de las mitas y obrajes que contribuyeron a la despoblación del país; enorme interés por organizarse ya sea sindicalmente o en comunidades; la idea que tienen de que las autoridades no son instrumentos de los latifundistas, pero a las cuales recurre para camouflar su voluntad de luchar por sus propios medios por la ansiada tierra; odio a los terratenientes que viene madurando ya sea en forma abierta o disimulada. Todo esto crea en el campesino un ímpetu inusitado en la lucha, impetuosidad que ha llenado de pavor a los latifundistas que también se organizan en defensa de sus apetitos criminales.

Los grandes latifundistas no verán con agrado que los campesinos los obliguen a devolver las tierras usurpadas por ellos o sus antepasados y adoptarán todas las medidas posibles para reprimir el movimiento campesino, para aplastar sus organizaciones y para mantener indefinidamente sus privilegios mediante falsas reformas agrarias o disposiciones tendientes a burlar aspiraciones de los campesinos. Esto quiere decir que las luchas de clases en el campo se irán profundizando más y más; habrá una mayor polarización de fuerzas contrapuestas.[1]

 

b. Tareas

 

1. Volcar lo principal de las actividades partidarias al campo.

Considerando que es imposible llevar adelante la Revolución Peruana sin la estrecha alianza con el campesinado y teniendo en cuenta que en nuestro país, por ser el campesinado el sector más numeroso y mas explotado, es la fuerza principal de la Revolución, cuya dirección coresponde a la clase obrera y su Partido, proponemos las siguientes tareas :

A) Ampliar las organizaciones campesinas, fortaleciendo la Confederación Campesina del Peru, apoyandola y auxiliándola en la constitución de sindicatos, asociaciones, uniones, ligas y federaciones;

B) Ponerse al frente de la lucha de los campesinos por la conquista y recuperación de sus tierras, apoyando las ocupaciones de las mismas;

C) Organizar el Partido en todos los centros campesinos, ya sean comunidades, haciendas donde imperan el colonato y demás formas de servidumbre, haciendas altamente capitalizadas o núcleos de pequeños propietarios agricolas o colonizadores pequeños de la selva;

D) Desarrollar las formas de autodefensa campesina;[2]

E) Hacer labor en las institutions regionales existentes en la capital y en las grandes ciudades, como medio de vinculación con las organizaciones campesinas, debido a que en su mayoría los integrantes de dichas asociaciones son de origen campesino;

F) Impulsar la penetración en los grandes centros de trabajadores del azúcar, del algodón y demás cultivos industriales;

G) Impulsar la penetración en los centros de trabajadores de la selva;

H) Creación de una Escuela de Cuadros Campesinos en la que se dicten cursillos sobre Revolución Agraria, Organización Sindical y campesina, Organizatión del Partido y Lenguas Aborígenes;

I) Impulsar la organización de cooperativas entre los pequeños propietarios agrícolas y los comuneros;

J) Destacar brigadas de alfabetizadores al campo, así como técnicos agrarios que ayuden a los campesinos en sus trabajos.

2. Poner a la orden del día el principio marxista-leninista de que una de las tareas de los sindicatos obreros es la de orientar, organizar y dirigir las luchas compesinas;

3. Fortalecer la alianza obrero-campesina en el curso de la lucha de clases, ampliándola hacia el estudiantado revolucionario y demás capas progresistas.

4. Intensificar la labor de la Juventud Comunista en la organización y apoyo de las luchas campesinas, procurando destacar cuadros que vivan, trabajen y luchen junto con los campesinos

5. Luchar por el corte de los juicios militares contra los campesinos, exigiendo su inmediata liberación, así como por el cumplimiento de las Conclusions y Resoluciones del II Congreso Nacional Campesino, las mismas que deben ser ampliamente difundidas.

6. Impulsar la participación de los campesinos en el movimiento de liberación nacional y en la lucha por la recuperación de la Confederación de Trabajadores del Peru.

7. Establecimiento de bases campesinas en los centros de mayor concentración campesina y en donde las contradicciones con los latifundistas sean más agudas.

8. Difusión del órgano de prensa de la central clasista del campesinado y de todo material de índole campesina.

9. Redacción y difusión de la Cartilla Lucha Campesina.

Estas y otras tareas se desprenden del propio desarrollo del movimiento campesino. Naturalmente, no se pueden dictar normas para todos los casos, debiendo de parte de los activistas campesinos haber capacidad de iniciativa Y de orientarse por si mismos, dentro de la línea general de las luchas campesinas, en cada caso, con decisión y audacia, no olvidando las tareas generales de la Revolución Peruana, en su primera etapa, antifeudal, antiimperialista, nacional y democrática, condición indispensable parea su ulterior desarrollo en revolución socialista.

 

NOTAS

[1] Los acontecimientos ocurridos después del IV Congreso Nacional del P.C.P. confirman esto.  Los campesinos llegaron a un alto grado de radicalización y las luchas de clases en el campo se agudizaron, mientras que la dirección del Partido se quedó totalmente rezagada frente al movimiento campesino y, en la práctica temió y se opuso a él, con la sola excepción del c. Paredes que defendió la posición proletaria.

La actitud frente al movimiento de los campesinos en lucha ha sido siempre uno de los factores de separación entre marxista-leninistas y oportunistas revisionistas dentro del Partido. Este fue el factor determinante en la lucha interna que desembocó en la IV Conferencia Nacional de 1964 que expulsó de las filas del Partido a los viejos revisionistas de la escuela de Ravines y Jorge del Prado. Fue también el factor de deslinde de posiciones con el oportunismo de Sotomayor y su camarilla. Ha sido también el factor de deslinde con el oportunismo de derecha disfrazado de “izquierda” y seguirá siendo un factor de deslinde con los oportunismos que surgirán en el Partido y principalmente con el oportunismo de derecha por más que se disfrace tras las banderas del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-Tung.

Esto se debe a que las luchas de clases en el campo están íntimamente vinculadas con las luchas de liberación nacional, vale decir, con el carácter de la revolución peruana en su primera etapa, antiimperialista y antifeudal, en la cual el campesinado es la fuerza principal, bajo la dirección de la clase obrera y su Partido.

Asimismo, el problema campesino está íntimamente ligado con el camino de la revolución peruana, o sea con la guerra popular, pues, ésta tiene que surgir y desarrollarse como una guerra campesina dirigida por el Partido.

De modo que en esta cuestión lo fundamental no es la adhesion formal a los principios sino esencialmente la actitud práctica frente al movimiento campesino.

[2] La Confederación Campesino del Perú, en su II Congreso Nacional del año 1962, en vista de las numerosas massacres de que fueron objeto sus bases, acordó estimular las formas de autodefensa campesina, como se puede ver en las conclusions de dicho evento.